(8) Luz, cámara y acción

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La conversación con la princesa ha estado dando vueltas por mi cabeza durante días. No puedo dejar de pensar en todo lo que me propuso. Esa simple apuesta, podría cambiarlo todo.

He tratado de no cruzarme con ella, debido a que aún no he decidido que voy a hacer. Sin embargo, no puedo seguir evitándola por mucho más tiempo, ya que hoy, es la presentación oficial del compromiso ante el pueblo de Luxemburgo.

Sé que voy a encontrarme con ella sí o sí.

Sé que Gabriella esperará una respuesta.

Estoy tumbada en la cama, analizando los detalles con sumo cuidado, barajando todas las posibilidades.

Oliver no es una mala persona. Simplemente, el deber le ha cegado y no ve todo el mal que esta alianza podría causar. No quiero manipular al príncipe, pero ¿qué más puedo hacer?

Desde el principio, ya vi que el compromiso solo estaría lleno de desgracias para ambos países. La violencia y el poder no son la solución, pero al parecer nadie más puede ver eso aparte de la princesa Gabriella o yo.

Sigo reflexionando sobre la oferta de la princesa. Es difícil saber si sus intenciones son genuinas o si simplemente está tratando de avanzar sus propios intereses. ¿Gabriella realmente miraba por mi pueblo o solo por ella misma?

La posibilidad de conseguir recursos y apoyo en esta lucha es tentadora, pero a qué costo. ¿Puedo confiar en ella, o es solo una jugada más en este complicado juego de poder?

Finalmente, sin determinar qué voy a hacer con la apuesta, decido levantarme de la cama y empezar a cambiarme. Se avecina un día muy largo y complicado con la noticia del compromiso.

Padre vuelve hoy de Turquía para ver cómo va todo, pero en el fondo sé que no se fía de que pueda gestionar todo esto sola y quiere venir y asegurarse de que todo siga acorde con el plan.

El miedo me invade.

La noticia rápidamente se extenderá por todos los rincones del mundo como una tormenta, y está claro que llegará a los oídos de la casa Saúd. ¿Cómo pueden reaccionar? No pueden hacerme nada aquí, ¿verdad?

Sea como sea, nadie se me ha dicho cómo se va a gestionar todo esto. Los únicos que tienen información al respecto son mi padre, los duques, y el príncipe Oliver. Este último, aún no confía lo suficiente en mí como para contarme detalles.

Mientras me cambio de ropa, pienso en lo que Gabriella me dijo. Si logro que Oliver confíe en mí, podría obtener la información que necesito para proteger a mi pueblo y evitar una catástrofe mayor. Aunque la princesa es impulsiva y no siempre confiable, su propuesta podría ser la única oportunidad que tengo para cambiar las cosas.

Termino de vestirme y me miro en el espejo. Veo a una joven que ha sido empujada a un juego de poder mucho más grande de lo que nunca imaginó. La responsabilidad es abrumadora, pero no puedo darme el lujo de fallar.

Hoy, con la presentación del compromiso, se marcará el comienzo de un nuevo capítulo, y debo estar preparada para enfrentar cualquier cosa que venga.

Desde el momento en el que salgo de la habitación no puedo permitirme el lujo de mostrar debilidad alguna. Hoy es el día que apareceré frente al pueblo de Luxemburgo y no debo mostrar flaqueza alguna.

Mientras camino por los pasillos del palacio, me preparo mentalmente para lo que está por venir.

Observo cómo diferentes personas del servicio corren agobiadas por los pasillos, claramente abrumadas con la cantidad de trabajo. En ese momento, mis ojos localizan a Aisha, mi doncella. Parece muy concentrada en su trabajo mientras termina de arreglar una habitación de invitados.

La Apuesta RealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora