Me encuentro en mi habitación, aún dándole vueltas a lo que ha sucedido hace unas horas al regresar de la academia con Aisha. Su rostro, su expresión cuando me habló, sigue fresca en mi memoria. Puedo recordar con precisión sus palabras, la curiosidad en su voz cuando mencionó a Gabriella.
¿Cómo podría explicarle que la princesa solo estaba pendiente de nosotros por la apuesta? Aisha es dulce, pero no estoy segura de que comprenda la gravedad de la situación. Por eso, he decidido no decirle nada, al menos por ahora. No quiero preocuparla innecesariamente.
El cansancio del día empieza a pesarme, así que decido no darle más vueltas y me preparo para dormir. Me deshago de la ropa formal que he llevado todo el día y la cambio por un cómodo pijama. Una vez lista, me dejo caer sobre la cama, el suave colchón absorbe mi agotamiento, y cierro los ojos lentamente, esperando que el sueño me envuelva.
Pero, una pregunta se cuela en mi mente, perturbando mi calma: ¿Y si Gabriella nos estaba observando por otro motivo?
Abro los ojos de golpe, sorprendida por haber siquiera considerado esa posibilidad. Me esfuerzo por sacudir esa idea inoportuna de mi cabeza. Es absurdo. No puede haber ningún otro motivo más allá de la apuesta que explique por qué la princesa estuvo tan atenta a nosotros. ¿Verdad?
Apago la luz de la habitación, tratando de sofocar esos pensamientos, y me acomodo bajo las sábanas. Sin embargo, en lugar de dormir, agarro el teléfono y comienzo a deslizarme por internet, revisando las noticias recientes sobre el compromiso. La luz azul de la pantalla ilumina mi rostro en la penumbra de la habitación.
De repente, un titular llama mi atención, haciendo que mi corazón se detenga por un instante. Es una noticia relacionada con el Emirato Al-Nur, mi hogar. Mi dedo se detiene en seco, y mis ojos se fijan en las palabras frente a mí.
"El jefe de la casa Al-Saúd se posiciona ante el anuncio de compromiso de la hija del clan enemigo con un príncipe europeo."
Abdullah Bin Saúd, ahora gobernante del Emirato Al-Nur tras la expulsión de la casa Al-Rashid, ha hecho pública su desaprobación, interpretando el anuncio del compromiso como una amenaza directa.
"Se creen que, con este compromiso de conveniencia, podrán engañarnos, pero sabemos perfectamente lo que están buscando. Después de años en las sombras, ¿ahora aparecen con una noticia de tal magnitud? Quiero dejar algo claro: el Emirato Al-Nur ya no pertenece a la casa Al-Rashid."
"Si piensan que este matrimonio les otorgará algún tipo de poder o legitimidad, están completamente equivocados. La casa Al-Rashid ha sido desterrada y seguirá desterrada. No permitiremos que su hija, futura prometida de un príncipe extranjero, intente recuperar lo que ya no les corresponde."
"Cualquier intento de regresar al Emirato Al-Nur será considerado un acto de guerra. No duden de nuestra disposición para defender nuestro territorio y nuestra soberanía. La casa Al-Saúd no cederá ante maniobras diplomáticas o matrimoniales."
Mis manos tiemblan mientras leo estas palabras, cada línea resuena con una amenaza latente. La advertencia es clara: cualquier paso en falso podría desencadenar un conflicto devastador. Una mezcla de rabia, miedo e impotencia me invade.
Por un lado, la política y las luchas de poder me han arrastrado a esta situación sin mi consentimiento. Por otro, la seguridad de mi familia y de muchas personas depende de decisiones que están fuera de mi control.
Dejo el móvil a un lado, pero mis manos continúan temblando. Intento aferrarme a la suavidad de la almohada, buscando algún tipo de consuelo, algo que me ancle y me dé seguridad.
Cierro los ojos, obligándome a respirar profundamente, a calmar mi acelerado pulso. Necesito claridad, un plan. No puedo quedarme de brazos cruzados mientras todo a mi alrededor comienza a desmoronarse.
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La Apuesta Real
Novela JuvenilSiendo la heredera de la dinastía Rashid, una de las más poderosas del Emirato Al-Nur, la vida de Layla ha sido moldeada según las decisiones de otros. Criada para servir y obedecer, no tiene más remedio que aceptar el matrimonio organizado por su...