OBSESIÓN [FreenBecky] ✔️

Capítulo 17: Choque.

Última noche en el Crucero Brukham.

Freen's Pov.

Mis piernas están dentro de la cálida agua de la piscina del crucero. Mantengo un movimiento constante de las piernas y el agua actúa en consecuencia.

Sin duda alguna puedo afirmar que estás han sido las peores vacaciones familiares de la historia, incluso contando esas donde me rompí el brazo al saltar de un árbol de cerezas en Estambul.

—¿Qué tanto piensas Freen? —cuestionó mi hermana sacando sus piernas de la misma piscina.

—Nada relevante. En lo horrible que fueron estás "mini-vacaciones" —sonreí con desgane, en realidad las detesté.

—Te apoyo —colocó sus sandalias —Nunca pensé pasarla así de cohibida por esa Tina.

—Lo siento, nada hubiese sido así si yo no hubiese venido, Nam —dije pensativa.

—Tonterías, ella es el estorbo —me miró de pie —¿No vas a dormir? Ya es tarde.

—Estaré un momento más aquí, me gusta la tranquilidad —contesté afable.

Ella salió de lugar a pasos lentos, es notorio el cansancio en su cuerpo ya que casi es medianoche.

—¡Al fin! —ese aliento tibio y macabro susurró en mi oído —Solas, pequeño ángel.

—¿En verdad hice mucho mal en mis vidas pasadas como para que no me dejes en paz? —el fastidio que reinó en mi desde que subí al crucero volvió.

—La insistencia es una de mis virtudes —se sentó a mi lado, su presencia más que incomodidad me causa inquietud —¿Cómo estás?

—Gracias a ti, pésimo —no la quiero mirar, solo hablo por cortesía a decir verdad.

—Puedo ayudarte con eso —una de sus manos acarició mi espalda, su tacto quema, traen tanto recuerdos —¿Quieres que lo haga?

—Ya no necesito tu ayuda —quité su mano alejándola de mi —Tu te encargaste de que no la volviese a necesitar.

—Freen, yo era una niña... —se intentó excusar pero la corté en su discurso.

—La niña era yo, tu sabías calcular cada uno de tus actos. Así que no vengas con falsos lamentos —contraataqué molesta por sus estúpidas palabras.

—No hay nada de falso en lo que digo —una firme mano llegó a mi rostro, me hizo mirarla —Tu fuiste la más importante, aún me importas y no lo negaré.

—Cuando pudiste, no lo quisiste. No valoraste todo lo que puse en riesgo por ti —mis palabras eran dagas de acero que necesito para protegerme de esos encantados ojos que un día me hechizaron.

—No supe valorarlo porque era joven, ingenua. Ahora quiero mostrarte una mejor versión —un color más claro se manifestó en su iris azul.

Ella se puso de pie en unos instantes y extendió su mano hacia mi.

—Permíteme mostrarte que cambié —no entendí porque ví sinceridad en sus ojos pero en los míos ví otra imagen.

Sentí un escalofríos al recordar la imagen de Rebecca, su sonrisa pegándose a mi. Ese calor que siempre deseé tener cuando amé a Tina, ese que ella me negaba por inseguridades. Rebecca me ofrece lo que tanto deseaba sin necesidad de pedirlo, ella disfruta de hacerlo y ma hace sentir bien.

Un pensamiento es cierto, ya no siento nada por Tina pero, ¿Qué estoy sintiendo por Rebecca? ¿Por qué absorbe mis pensamientos sin previo aviso? Tengo que descubrir mis sentimientos, aunque duela aceptarlo tengo que asumirlos.