Capítulo 37: Corazón sin latidos.

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En una mansión dentro de las cercanías de la ciudad de Bangkok.

Narrador omnisciente.

Ambas mujeres se miraban enfrantando esos chispeantes ojos. Sus miradas eran iguales, una más joven y la otra más perversa. La tensión podría cortarse con una tijera entre ellas.

-Ordena que no lo hagan -demandó con urgencia la menor -. Por favor no lo hagas, ella no lo merece.

-Claro que ella no lo merece pero su estúpida noviecita sí -aseguró la mayor con una rabia añejada en su frígida mirada -. Si piensa que todo quedará en balde se equivoca, nadie se mete contigo y se queda sin castigo.

-Pero no con Freen, ella no lo merece -seguía pidiendo la menor -. Deja eso de lado, ya no quiero nada.

-Tu no, pero yo sí -reiteró la otra poniéndose de pie -. Además, ya es tarde. Ya no puedo hace nada por la princesa, ella solo es un peón para hacer caer a la reina.

-Lo que estás haciendo es intento de asesinato, Tina -refutó con odio la ojiazul menor tomando su muleta para salir de esa sala tan contaminada con la rabia de su hermana -. Yo no te dejaré hacerle daño a Freen -susurró casi inaudible -, no te dejaré.

La pelinegra sacó su móvil y marcó el número de Freen Sarocha. Lo había conseguido cuando se hicieron amigas en la campaña, solo lo había usado esta vez y necesitaba hacerlo.

-Vamos contesta Sarocha -la impaciencia de la menor era notoria, sentía miedo -Por favor, contesta.

La llamada nunca se concertó, el teléfono solo sonaba y sonaba. Su pulso se aceleró para comenzar a sentir malas sensaciones en su interior.

-Mierdas, esto no está bien -se quejó sentándose en si habitación luego de haber cerrado con llave -¿Qué hago?

Una idea llegó a su mente, nada agradable sería pero es su única opción para salvar a Freen. Miró sus contactos encontrando al Director de D&G.

Marcó el teléfono, su mirada y actitud era totalmente impaciente. Bastaron tres tiembres para que el hombre tomara la llamada.

-¿Señorita Tlankova? -se escuchó a través de móvil.

-Señor Armstrong, necesito un favor suyo con urgencia -aseguró la chica de ojos azul grisáceos.

-¿En qué le puedo ser útil?

-Necesito el número de su hija -pidió casi con fastidio, solo lo hacía por Freen.

-Si es por el problema de la agresión ella...

-No es eso señor, en verdad requiero su contacto -pidió algo agitada la chica.

-No estoy seguro -dijo pensativo el señor Maha y ella sintió miedo de perder la única oportunidad -. Pero de acuerdo, se lo enviaré en un mensaje.

Tal como lo había dicho el contacto llegó en unos segundos. Tania vió un hilo de esperanza en su corazón al ver el mensaje. Rápidamente copió el número y lo marcó.

En dos timbres la llamada fue respondida.

-Freen, mi amor -escuchó la melosa voz de la castaña -. Perdón yo no quería...

-No soy Freen -repondió con sequez la pelinegra, sentía algo muy feo apoderase de su pecho.

-¿Cómo que...? -la pregunta de Rebecca se cortó a ver que el número no salía en el identificador -¿Quién eres? ¿Para qué llamas?

-Soy Tania Tlanhkova -respondió hirguiendo su figura como si estuviera frente a la otra.

-...

-Rebecca ¿estás ahí? -cuestionó tras los instantes de silencio.

OBSESIÓN [FreenBecky] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora