Capítulo 3: Una ayuda, un pago.

95 15 0
                                    

Salida del Dolce & Gabanna.

Freen's Pov.

Cerca de la recepción ví al señor Amstrong que platicaba con unos hombres, decidí acercarme para despedirme y realizar el trabajo de mesa, es decir edición, descarte y revelación en mi casa, para mayor comodidad.

-Eso es todo, espero esté listo antes de que finalice la jornada -anunció con firmeza el hombre de traje -Es todo pueden retirarse.

-Señor Maha... -lo llamé con tranquilidad.

-Oh, Freen querida -se volteó para verme -No te escuché acercarte ¿está todo bien?

-Sí señor Amstrong, por hoy terminamos las tomas, como se instalará el camerino de la señorita Amstrong decidí hacer la edición en mi casa -aununcié sonriendo un poco.

-Ah, estoy de acuerdo con tu sugerencia -dijo afirmando ante mi comunicado -¿Becky hizo algo indebido, la molestó o la hizo sentir incómoda?

«¿Qué si qué? No tiene ni idea de lo nerviosa y ansiosa que me pone con sus palabras o acciones totalmente erráticas, su hija acabrá con mi estabilidad»

-No señor, ella parece muy agradable -dije reprendiéndome esa mentira tan absurda -Espero se solucione rápido la instalación.

-Pues no sabe lo feliz que soy de escuchar eso princesa -su felicidad se ve notoriamente -Descuide que para mañana tendrá todo arreglado.

-En ese caso me despido, hasta pronto señor Amstrong -hice una despedida con la mano mientras me alejaba de él.

Salí del edificio y con lo primero que choqué fue con una masividad de periodista y paparapzzis enorme. Los flashes fueron instantáneamente y estoy acostumbrada pero aún así prefiero estar detrás de la cámara que enfrente.

Al caminar escuché algunos comentarios al azar, odio a la maldita prensa amarillista, están obsecionados con la sucesión del trono.

Agradezco a los guardias que los mantuvieron lejos de mi y me odié por unos instantes por cometer la idiotez de dejar mi auto fuera de la cede y no en el aparcamiento subterráneo.

Casi saliendo de la multitud veo como un auto se estaciona frente, un Mercedes Negro. Noté como abrían la puerta del copiloto y no saben como pude ver el cielo abierto para escapar de esos buitres.

Me adentré en el vehículo y cerré la puerta. Miré a la persona que se había convertido en mi salvador o salvadora, observé esa sudadera clara, los audífonos sobre el cuello y el cabello totalmente desacomodado.

-Becky al rescate -sonrió ella de forma infantil, causó estragos en mi ser esa sonrisa tan bella -Vamos a alejarnos de esos estorbos.

Asumió una posición más firme en el asiento, presionó el acelerador dejando atrás a todos esos periodistas y paparapzzis. La seguía mirando con detalle ¿Cómo puede ser la misma persona?

-Una foto te durará más Freen -dijo volteando rápidamente a verme mientras desvíe la mirada con rubor en mi rostro -Perdona, no te quería incomodar, es que eres fotógrafa.

Reí ante su sugerencia, si le creo, es que llevo la cámara en el bolso, ahí están las imágenes suyas para ser editadas.

-Gracias -atiné a decir, no sabe de la que me salvó -No te imaginas cuanto me ayudaste.

-¿Eres una personalidad importante o qué? -ella sonrió luego de sus palabras, ¿En verdad no sabe quién soy?

-No es nada por el estilo, ellos son así -me encogí de hombros, no quiero que me conozca como una princesa heredera a la corona Tailandesa -En verdad gracias.

OBSESIÓN [FreenBecky] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora