¡No es mi novio!.IV

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Después de unos minutos Hiro ya se encontraba calmado, sentado mientras que tenía un vaso con agua en sus manos, mientras era observado por Miguel. Ninguno de los dos decía nada, estaban algo tristes ambos y lamentablemente ambos por caminos distintos.

Hiro por que descubrió que era un ciego y que todo lo que le decían de Camilo era verdad y por el otro lado Miguel viendo cómo "su" chinito estaba tan decaído y hasta con los ojos levemente hinchados y rojos por haber llorado por un tiempo limitado. No pasó mucho hasta que Miguel se dignó hablar, si seguían así se iba a volver loco.

-¿Estas mejor chinito? -hable mientras que le dedicaba una ligera sonrisa, a lo que me volteó a mirar, se veía tan hermoso a pesar de que sus lágrimas secas estaban sobre sus mejillas y sus ojos apenas y los abría, le dolía tanto verlo así-

-Mucho mejor, gracias Miguel -hablo mientras daba un trago al vaso con agua, lo dejó sobre la mesa y dio un largo suspiro mientras me volteaba a ver nuevamente- Oye...quería pedirte disculpas por todo este tiempo que te estuve ignorando -dije apenado.-

-Ah...eso, no te preocupes Hiro, está bien, entiendo que habían cosas más importantes que -al notar que no estaba ayudando pare en seco- Lo que quiero decir, es que no te preocupes, está todo bien.

-No, o sea es decir, estuve tanto tiempo con alguien que ni siquiera tenía la dignación de venirme a ver, yo siempre fui el tonto que lo iba a buscar -dio un suspiro mientras que jugaba con sus manos- Me disculpo por mi actitud.

-Tranquilo, ya paso todo eso, eh...por cierto, llegaron a buscarte hace unas horas los señores que te vinieron a dejar el primer día que llegaste -saqué una carta y se la di- Te dejaron eso, lo recibí yo ya que todos estaban ocupados.

Hiro tomó la carta después de agradecer, la abrió y leyó lo que decía, lo cual era lo siguiente;

Buenas tardes joven Hamada, le damos la información por este medio ya que queríamos saber si el día de mañana podría presentarse a las 8 A.M en nuestros planteles, nuestro patrocinador quiere hablar con usted desde hace unas semanas pero entendió que estaba ocupado por la universidad, esperamos y pueda llegar.

Al terminar de leer simplemente tallo sus ojos mientras daba un largo suspiro, estaba cansado, pero debía ir ya que llevaban mucho tiempo intentando contactarse con él pero no iba por, ya saben, Camilo. Entonces simplemente miró al moreno que aún lo miraba mientras sonreía.

-Voy a irme mañana temprano, tengo que ir a una junta a los planteles y pues creo que ya es tiempo de comenzar a hacerme responsable -guardo la carta mientras se ponía de pie haciendo que le siguiera la acción- Gracias otra vez por escucharme, eres muy amable Miguel -Me dio un último abrazo mientras podía sentir como el ambiente era diferente al igual que su abrazo, ya no se sentía pesado, era más tranquilo y amigable, disfruté su olor por un par de segundos hasta que se separó-

-No hay de que chinito, si necesitas algo, aquí estamos para apoyarte -hablé mientras que lo miraba- Oye, hablando de que irás mañana a ver lo de tu proyecto, ¿No quieres que te acompañe? tengo que ir al centro por unas cosas y me queda cerca -dije algo apenado ante mi propia propuesta-

-¿De verdad? me harías un gran favor, muchas gracias Miguel, descansa, nos vemos mañana, ¿si? -fue lo último que dijo para así finalmente subir-

Al cerrar la puerta el azabache dio un ligero suspiro mientras negaba y reía levemente, Miguel era simpático y realmente alegró a su corazón a pesar de que lo había estado ignorando por bastante tiempo aún así no lo dejó solo, pasó un rato y finalmente se acostó, sintió un ligero dolor en su muñeca y se quejó.

-Auch...-no tardó mucho en escucharse como su amigo se hacía presente, sonrió al verlo- Hola Baymax...no ocurre nada, solo un ligero dolor de muñeca.

Mariposa de mi corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora