Mariposa de mi corazón.

Momentos juntos. VII

Después de esa plática que tuvieron Hiro y su familia se dispuso a dormir pensando en un mil de cosas, ¿Por qué se sentía tan mal? Es decir, no estaba mal, pero aún así sentía que no merecía sentir tantas cosas como esas, no quiso pensar más ya que podría tener un ataque de ansiedad así que se dispuso a descansar.

A la mañana siguiente.

La mañana era fresca, había estado lloviendo por la madrugada, Hiro moría de frío así que se levantó para así cerrar la ventana y volver a su calentita cama, suspiro con una leve sonrisa olvidándose por completo de los sentimientos que tuvo anoche.

-¿Hiro? -escuche una voz detrás de la puerta, más sólo respondí sin muchas ganas de salir de las sábanas-

-¿Si?

-Eh, soy Miguel...quería decirte que mamá Elena dice que bajemos a desayunar -hablo Miguel aún estando parado fuera de la habitación del azabache-

No tardo mucho en salir con el cabello despeinado, la ropa arrugada y con una leve sonrisa en su rostro, una imagen que Miguel podría apreciar por toda la eternidad.

-Buenos días Miguel, está bien, vamos a desayunar -dije con una sonrisa la cual me devolvió, comenzamos a caminar mientras nos empujábamos levemente de forma de juego hasta llegar al comedor-

-Buenos días pequeños, ¿Que tal durmieron? -hablo la señora Luisa algo apurada mientras llevaba varias cosas a la mesa-

-Déjame ayudarte mamá -dijo Miguel para así apoyar a su madre-

-Muy bien señora Rivera -respondí antes de ir con la señora Elena y apoyarla en lo que necesitara-

-Nos alegra tanto Hirito -me respondió mamá Elena mientras dejaba un beso sobre mi mejilla, ya estaba algo acostumbrado a estos tratos así que solo me deje ser, era como si mi tía Cass estuviera presente-

-¿Necesita algo más mamá Elena? -dijo Miguel después de acercarse, a lo cual se negó pero aún así me ayudo a llevar las cosas que me habían pedido-

Después de unos minutos estábamos todos en la mesa disfrutando del desayuno, hasta que terminamos y nos quedamos platicando de diferentes cosas.

-¡Uhm! antes de que me olvide, mijitos necesito que ustedes vayan a comprar unas cosas al mercado por nosotros, ya saben que ya es mañana día de muertos y necesitamos decorar toda la casa, aparte de que también preparar la comida -dijo con una sonrisa-

-Ujum, también queríamos pedirles el pequeño favorcito de que si nos ayudan a decorar el altar y de hacer la comida -hablo mi madre con esos ojos tan bonitos que ni el mismo Hiro se podía resistir-

-Está bien mamá, nosotros iremos a comprar todo lo necesario -respondió Miguel con una sonrisa-

-Y también les ayudaremos en lo que nos pidieron -dije en tono de amabilidad-

-¡Perfecto! les haremos una lista de las cosas que deben comprar -hablo mamá Elena antes de comenzar a escribir sobre una hoja de papel-

A cuestión de minutos nos entrego la hoja y comenzamos a leerla, era una lista algo larga a decir verdad, habían más de 20 cosas que comprar...hoy si que sería un día largo.

-¿Eso es todo lo que debemos comprar? -susurre a Miguel con rostro del mismo asombro que tenía en su rostro, me asintió y trague saliva-

-Y es mejor que se pongan en marcha ya que si no se les hará tarde~ -hablo mi padre con un pequeño tono de burla mientras checaba la hora en su reloj-

-Bueno familia, muchas gracias por el desayuno, Hiro y yo nos retiramos, nos iremos a cambiar y después saldremos -dijo Miguel levantándose de su asiento antes de tomar sus platos y llevarlos al lavadero, a lo cual le seguí la acción-