"Alterando Destinos: El Pasado que Nunca Fue"

"El Despertar en Tiempos Desconocidos"

En un sombrío vacio del espacio, Izuku Midoriya se encontraba a merced del abismo, su victoria contra Shigaraki se tornaba en un sabor amargo de desesperación. ¿De qué le servía ganar, si al final todo se desvanecía en un acto vil de su enemigo? Absorbido por el portal, se encontró flotando en la oscuridad sin fin, abrazándose a sí mismo en busca de calor en medio del frío desolador del vacío cósmico.

Sus pensamientos se perdían en un laberinto de preguntas sin respuesta. ¿Había realmente ganado? ¿Qué significaba la victoria cuando el precio era tan alto? El peso de la soledad y el vacío aplastaban su espíritu, y la sensación de que nada valía la pena se aferraba a él como un manto oscuro.

Contemplando la idea de cerrar los ojos para siempre y dejarse llevar por la inmensidad sin fin, una luz brillante rompió la oscuridad. Una luz que parecía irradiar esperanza y promesas de un mañana mejor. En ese momento de desesperación, Izuku sintió una calma serena invadir su ser. Ya no temía a la muerte ni a la soledad, porque había encontrado algo: la certeza de que su existencia tenía un propósito, una luz que merecía proteger.

Con una calma y una mente renovada y sin miedo a lo desconocido, se lanzó hacia esa luz, envolviéndola con sus manos y su corazón. En ese gesto, Izuku demostró que ya no temía quedar solo en la oscuridad, porque había encontrado una razón para seguir adelante, una razón que trascendía el miedo a la muerte y la soledad: la esperanza de un futuro mejor para todos.
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En el sereno sosiego del bosque, Izuku abrió los ojos para ver como se encontraba acostado en pasto, su cuerpo exhausto por las batallas que había cargado durante meses. Su traje de héroe, una vez impecable, ahora estaba cubierto de lodo y manchas de sangre de el,demostrando las batallas que había tenido

A su alrededor, el bosque resplandecía con la luz tenue que se filtraba entre las hojas, creando un ambiente de tranquilidad y serenidad que tanto ansiaba. Sin la luz que lo había guiado en su momento de desesperación, Izuku se encontraba solo, pero no se sentía abandonado. El murmullo distante de la vida cotidiana, los sonidos de la naturaleza y la presencia de la vida haci dudar de donde estaba ya que el no recordaba estos sonidos solo pensó "donde estoy"

Sus párpados cerrándose, finalmente se permitió descansar, entregándose al sueño reparador que tanto había anhelado. Después de meses de batallas interminables y persecuciones incansables, encontró un momento de paz en medio del caos. En ese bosque sereno, bajo la protección de las hojas que filtraban los rayos del sol, Izuku durmió, sabiendo que no tenia por que temer.
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Mientras flotaba sobre la ciudad, Izuku se encontró con una escena que lo dejó sin aliento. A lo lejos, vio a los padres de Kota enfrentándose una vez más a Muscular, el mismo villano que los había arrebatado de este mundo años atrás, en un día que él recordaba con tristeza, cuando kota tenía solo 3 años y vio la noticia. La sensación lo dejó perplejo, haciendo que su mente se en blanco ante la idea de que había retrocedido en el tiempo.

A pesar de saber el destino inevitable que aguardaba a los padres de Kota, Izuku se quedó observando en un estado de incredulidad. La idea de estar reviviendo aquel momento doloroso para el pequeño niño que el recordaba llenó su mente de confusión. ¿Cómo era posible que hubiera regresado al pasado? ¿Y qué debía hacer ahora que se encontraba en esta situación?

A medida que las explosiones resonaban en el aire y los gritos de batalla llenaban el ambiente, Izuku se encontró atrapado entre el deseo de intervenir para salvar a los héroes y la incertidumbre sobre las consecuencias de alterar el curso del tiempo. ¿Debería actuar y cambiar el destino, o debería resignarse a ser un espectador en esta tragedia?