La Luz en la Oscuridad"

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En la cafetería, Izuku estaba sentado junto a sus cuatro novias: Momo, que cargaba tiernamente a Eri; Jirou, que conversaba animadamente con Mei; y Kendo, a su lado, disfrutando de la compañía de todas. Izuku, tranquilo y dominante como siempre, observaba a las chicas con una suave sonrisa. Había sido directo con ellas, sin rodeos, expresando que las quería a las cuatro en todos los aspectos de su vida. Aceptaron su sinceridad y comenzaron a conocerse mejor entre sí, fortaleciendo los lazos que compartían. A pesar de las diferencias en sus personalidades, la conversación fluía y, sorprendentemente, todas se llevaban bien.

Momo, con una ternura contagiosa, le ofrecía papilla a Eri, quien solo reía y balbuceaba mientras disfrutaba de la comida. Cada cucharada era acompañada por risitas y gestos adorables de la pequeña, que apenas podía caminar, y Momo no podía evitar sonreír, sintiendo un inmenso amor por Eri. Izuku les había dicho a todas que ellas eran las mamás de Eri, y Momo, al instante, aceptó ese rol con orgullo y cariño.

momo:"Eri, ¡come esto!*decía Momo, mientras la pequeña, con sus grandes ojos brillantes, abría la boca y soltaba un pequeño "gugu" de emoción. La escena llenaba de calidez el ambiente de la cafetería*

 La escena llenaba de calidez el ambiente de la cafetería*

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NOTA:es la mejor que encontra sorry

Al otro lado de la sala, dos chicas de la clase B, Reiko Yanagi y Yui Kodai, observaban con interés a Izuku. Reiko, en especial, no podía apartar la mirada. Sus recuerdos la llevaron de vuelta al examen de admisión, cuando Izuku, bajo su alias "Itsuki", la había salvado de ser aplastada por un gigantesco robot de cero puntos. Ella había estado inmóvil, incapaz de moverse, pero Izuku había aparecido de la nada, empujándola fuera del peligro y quedando él mismo bajo el peso del robot.

Reiko había sentido una mezcla de miedo y gratitud, pero lo que más la impresionó fue cómo, aun herido y cubierto de sangre, Izuku no mostró dolor alguno. Simplemente se levantó y siguió adelante como si nada hubiera pasado. Desde ese día, había sentido que algo dentro de ella había cambiado. El recuerdo de Izuku, su valentía y su calma inquebrantable, seguía resonando en su corazón. Sentía que él le había robado algo más que un simple momento de peligro: le había robado el corazón. Ahora, al verlo rodeado de sus novias y con una bebé en brazos, Reiko se preguntaba cómo era la vida junto a alguien tan honesto y fuerte. El ambiente que él proyectaba con las chicas la intrigaba y la hacía desear entender más sobre ese vínculo que compartían.

Por otro lado, Yui Kodai también observaba a Izuku con interés, aunque de una manera más silenciosa. Siempre había sido más reservada, pero no podía ignorar la presencia de alguien como él. Sabía que si Izuku estaba cerca, nada malo pasaría. Había algo en él, una seguridad y una fuerza que la hacían sentirse tranquila, algo que no experimentaba con facilidad. Aunque no decía mucho, Yui sentía una atracción hacia Izuku, algo que no podía ignorar.

Mientras las cuatro novias de Izuku conversaban y reían entre ellas, Eri, en su inocencia de bebé, se dejaba llevar por el ambiente festivo, haciendo pequeñas risas y gestos adorables. Reiko y Yui continuaron observándolo desde su mesa, ambas con pensamientos y deseos diferentes, pero atraídas por la figura de Izuku y el ambiente especial que parecía rodearlo.

"Alterando Destinos: El Pasado que Nunca Fue"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora