Tras darle su número a Komi, Izuku se dirigió al taller de Mei para recoger a su pequeña hija, Eri. Mei estaba en su taller, ajustando algunos detalles en sus inventos mientras Eri, estaba cómodamente instalada en una cangurera que Mei llevaba puesta. Al ver a Izuku entrar, Mei sonrió ampliamente.
— ¡Aquí está la pequeñita! —dijo Mei con su característica energía, desatando la cangurera y entregándole a Eri a Izuku. La bebé soltó una pequeña risa mientras se acurrucaba en los brazos de su papá.
Izuku le sonrió a Mei mientras acomodaba a Eri en su propio pecho. La niña tenía esa habilidad de calmar cualquier tormenta emocional que él pudiera tener, y en ese momento, todo lo que necesitaba era estar con su hija y sus mujeres.
— Gracias, Mei —le dijo suavemente, dándole un pequeño beso en la frente antes de dirigirse hacia el estacionamiento, donde el resto de su familia lo esperaba.
Al llegar al estacionamiento, encontró a Jirou, Momo y Kendo esperándolo. Momo estaba terminando de acomodar algunas cosas en el auto, mientras que Kendo parecía revisar que todo estuviera en orden. Sin embargo, lo que más le llamó la atención fue que Jirou estaba visiblemente nerviosa, algo inusual en ella.
— ¿Todo bien, Jirou? —preguntó Izuku, levantando una ceja mientras balanceaba suavemente a Eri en sus brazos.
Jirou tragó saliva y se acercó, claramente incómoda.
— Itsuki... mi papá quiere conocerte.....no se como supo de ti —dijo, con cierta tensión en la voz. Sus ojos esquivaron los de Izuku, algo que delataba cuánto le preocupaba la situación.
— ¿Tu papá? —preguntó Izuku, frunciendo ligeramente el ceño.
— Sí... él se enteró de que eres mi novio. Bueno... nunca le dije que también estoy saliendo con Momo. Y... ahora quiere conocerte. Está... molesto —admitió Jirou, apretando sus audífonos entre las manos con nerviosismo.
Cuando Jirou le explicó a Izuku que su papá quería conocerlo, Izuku simplemente asintió con calma. No dijo nada al principio, pero luego se inclinó hacia ella y le dio un beso suave en los labios, algo que la hizo sonrojar un poco. Al girarse para unirse a las demás, Izuku, con una sonrisa traviesa en el rostro, le dio una nalgada ligera, haciendo que Jirou saltara sorprendida.
— ¡Oye! —exclamó Jirou, volteándose con una expresión que mezclaba sorpresa y diversión.
Izuku solo sonrió más ampliamente, como si nada hubiera pasado, mostrando su típica confianza y tranquilidad. Ese gesto despreocupado, esa arrogancia controlada, era algo que Jirou adoraba de él. Nunca se veía intimidado ni mostraba miedo, incluso cuando estaba a punto de conocer a su padre, quien, según ella, podía ser bastante aterrador.
Con una sonrisa satisfecha, Jirou se unió a las demás mientras subían al auto. Izuku, sosteniendo a Eri con una mano y con Mei, Momo y Kendo ya acomodándose en el vehículo, se aseguró de que todos estuvieran listos antes de arrancar.
El camino hacia la casa de Jirou transcurrió en silencio, pero con una atmósfera relajada. Las chicas hablaban entre ellas, riendo y compartiendo anécdotas, mientras Izuku conducía, concentrado en la carretera. Jirou, sentada a su lado, no pudo evitar sonreír cada vez que lo miraba. Le encantaba cómo Izuku manejaba cualquier situación con esa mezcla de seguridad y despreocupación. Él nunca mostraba miedo ni dudas, y eso era algo que la atraía profundamente.
Sabía que el encuentro con su papá sería tenso, pero tener a Izuku a su lado la llenaba de confianza.
Izuku condujo con calma mientras el grupo iba camino a la casa de Jirou. En un momento, decidió hacer una parada rápida. Bajó del auto y entró en una tienda, comprando una botella de alcohol, pensando en el buen detalle que sería para no llegar con las manos vacías y así causar una mejor impresión en los padres de Jirou.
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"Alterando Destinos: El Pasado que Nunca Fue"
Romance**Descripción:** En "Alterando Destinos: El Pasado que Nunca Fue," seguimos a Izuku "Deku" Midoriya en su versión Seinen, más maduro y endurecido por las batallas. Después de finalmente derrotar a Shigaraki en una épica confrontación, Deku piensa qu...