꒰ › O1 ▎DIFFERENCES !!

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La noticia tomó por sorpresa a Pepa, su tía había conseguido trabajo con un hombre de negocios. Agradecía a su tía por esa situación que les permitiría tener más dinero. No conocía mucho al hombre, pero si a su tía le agradaba, supuso que estaba bien.

Pepa había estado leyendo el último mensaje que Bosco le había enviado.

Mi papá quiere que vaya a su oficina, dice que tiene una idea para que su empresa mejore. Más tarde te escribo, cariño.

Era simple y conciso, como casi cualquier cosa que Bosco decía. Nunca ponía un emoji o por lo menos un sticker, solo eran mensajes secos (como les decía Nandy). Dejó de preocuparse por eso, cuando llegaron al piso que le habían indicado a su familia, los dirigieron a una sala. Al aparecer, conocerían a los hijos del señor Esteban.

Entonces vio entrar a una chica de cabello castaño, luego a él... Bosco estaba ahí y era hijo del señor Esteban. Pepa estaba emocionada por esa situación pero Bosco no demostraba la misma emoción, al contrario, parecía aterrado por su presencia. La emoción de Pepa desapareció cuando sintió la mirada de Bosco sobre él, una mirada que le daba cada vez que algo le molestaba.

La primera vez que se la dio cuando estaban en videollamada, él deseaba presentarle a Nandy. Bosco lo miró con enojo y molestia, dándole a entender que no le gustaba para nada la idea. Pepa se disculpó por no preguntarle antes y terminaron la llamada.

Desde ese momento, Nandy le dijo que tal vez no debería seguir hablando con él.

Pepa evitó a toda costa mirar a Bosco durante la reunión, en cambio, se presentó con su hermana Gala. Ella recibió con emoción su saludo y logró hablar un poco con ella sobre la idea que tenía su tía. Bosco no se parecía mucho a Gala, ella parecía ser más abierta con sus sentimientos y no le molestaba que su padre tratara de incluirla en un evento como este.

Cuando terminó la reunión, Pepa notó cómo su hermano siguió a Gala. Sabía que habría problemas, después de ayudar a su mamá a guardar algunas cosas se dirigió a la salida.

Estaba por llegar a la recepción pero jalado a un pequeño cuarto. Sabía quién era, Bosco lo veía con algo de molestia.

—¿Por qué no me dijiste que tu familia vendría?— dijo mientras presionaba un poco el brazo de Pepa.

—No sabía que tu papá era a quien mi tía quería que conociéramos.

Pepa sacó su brazo del agarre de Bosco y miró el cuarto en el que estaban. Un pequeño cuarto de limpieza, qué conveniente.

—Ya no importa— suspiró y miró a Bosco—, ya pasó lo que tanto temías, mi familia ya te conoce.

Bosco miró hacia la puerta, analizando la situación.

—Sí, pero no saben que soy tu novio. Solo hay esa chica que se llama Nandy.

—Bueno, no veo cuál es el problema. Mi familia no es homofóbica ni nada parecido.

—Eso no es lo que me molesta.

—Entonces, ¿cuál es el problema? , ¿qué te da tanto miedo? —cuestionó Pepa, algo molesto por la situación. La discusión siempre era la misma—¿Por qué te molesta salir o estar en público conmigo?

Bosco lo miró con miedo, tratando de que eso respondiera a sus preguntas.

—Bueno, te veo después—Pepa salió del cuarto, aún algo enfadado.

Estuvo caminando un rato hasta que llegó a la recepción, justo donde estaban las cámaras de seguridad. Logró ver a su hermano besándose con una empleada. Suspiró, ya estaba demasiado frustrado por la discusión con Bosco como para tener que lidiar con eso. Aun así, hizo el esfuerzo de tratar de tapar la pantalla con su cartulina, logró tapar una parte pero cuando trató de moverse para cubrirla mejor terminó tirando una escultura que estaba ahí.

Entonces recordó lo que le había dicho Bosco, había hecho una escultura que pensaba regalarle a su padre y él acababa de romperla.
Para su buena suerte, Bosco acaba de llegar.

—¡Mira lo que hiciste!—le reclamó, enojado. Noto cómo levanto una parte de la escultura.

Pepa sabía que la situación iba a salirse de control porque Bosco ya estaba enojado con él desde un inicio.

—Perdoname, fue un accidente—trato de disculparse. Aunque él también estaba molesto desde antes con Bosco.

—¿Estás ciego o tarado?— Bosco hizo unos gestos con las manos.

Sí, esto no iba a terminar bien. Pepa se enojó aún más.

—Ya te ofrecí disculpas, porque yo sí sé reconocer cuando me equivoco. No como otras personas—se supone que su relación era privada, pero Pepa estaba tan enfadado que había olvidado que no estaban solos.

Bosco empujó a Pepa, que cayó de espaldas al piso, y lo agarró de su playera.

—Yo no soy el idiota que fuerza a los demás a hacer cosas que no quieren.

—No me insultes— trató de levantarse pero Bosco no lo dejaba—¡Suéltame!

Los gritos de ambos atrajeron a Esteban, que estaba cerca de ahí, y logró separarlos. Bosco dijo que todo el conflicto había comenzado con la escultura, cosa que en parte era cierta. Pepa le reclamó diciendo que le había ofrecido disculpa. Sin embargo, Bosco seguía enfadado.

—Los accidentes pasan por andar de tontos como tú.

Pepa sintió una presión en el pecho al ver a Bosco llorar, sabía cuánto le afectaba lo que había pasado con su madre y pensó que había logrado mejorar en ese aspecto, pero no fue así. Su madre llegó preocupada por él. Pepa solo vio cómo Bosco se fue enojado del lugar. Su madre lo jaló a otro lugar para que pudieran hablar.

—Sí, mamá. Pero yo ya acepté mi error y Bos... Bosco se puso todo loco—la pausa que hizo para completar el nombre del chico fue algo extraño para su madre, pero no le tomó importancia y siguió hablando con él.

No había dado una buena impresión del chico con el que estaba saliendo, como siempre pasaba...

Please please please, BosPaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora