Lily Potter estaba enojada consigo misma. Cierto que era feliz, más feliz de lo que esperaba, pero de alguna forma retorcida, no era tan feliz como quería. Amaba a su familia más que nada. Sus padres habían muerto hace años y su hermana era una persona distante y que la odiaba por algo que no era su culpa.
Su familia era su todo y de alguna forma sentía que estaba desmoronándose. No tenía problemas con que Harry fuera un Omega. De hecho estaba enojada con James por esta cacería de sombras, buscando un hechizo, conjuro o ritual que cambiara su género secundario. Lo que no la molestaba era que si lograban su objetivo, su hijo sería libre del vínculo con Severus Snape.
Y es que Severus Snape era el quid de su situación actual. Severus Snape se suponía que era su "seguro". Lily no era tonta, sabía que Severus la había amado cuando eran niños y la siguió amando durante la escuela. Incluso ahora, antes de saber del vínculo, ella estaba segura de que Severus Snape la seguía amando y tenía fantasías donde Severus le rogaba por una oportunidad y ella le decía que no, que amaba a James y dejaba al hombre con el corazón sangrante de dolor.
Sin embargo, que el vínculo Alpha-Omega entre Severus Snape y su hijo mayor se realizará sin mayor problema, acababa de un plumazo con sus fantasías románticas. No amaba a Severus, no más de lo que se ama a un amigo, pero siempre pensó que si, por alguna razón, James y ella se alejaban por algo, o James hubiera muerto en la guerra, o aun lo hiciera por alguna razón como encontrar a su Omega destinado, ella siempre podría ir con Severus. Fingir que podían ser amigos y tener un esposo devoto en poco tiempo, alguien a quien ya no necesitaba conocer, porque lo conocía perfectamente.
Ahora esa posibilidad se había ido. Y Lily siempre fue una mujer terca. Severus no debería estar con su hijo, debería estar esperándola a ella. Y esa emoción la estaba asustando. Pensar así de alguien a quién ella misma alejo, alguien a quién le dijo que la olvidara y eso hizo exactamente, era simplemente egoísta, infantil y mezquino.
Cierto que Severus había cometido errores terribles, pero pago con creces dichos errores. Luego se fue de Inglaterra y regresó casi dos décadas después, convertido en un hombre al cual todas las madres de Inglaterra, estarían extasiadas de que sus hijos se convirtieran en su pareja, ya fuera mágica o muggle.
Lily había esperado un hombre pobre, amargado, que aún estuviera anhelando poder cambiar sus días de escuela y lo que regreso a Inglaterra fue un hombre con el que muchas mujeres apenas se atreverían a soñar... y su hijo iba a ser su pareja para el resto de sus vidas mortales. Incluso había un nieto en el camino.
Si James y ella se separaban, ella no tenía nada a que aferrarse. Y se sentía miserable por pensar y por sentirse así.
Ella amaba a James, y aunque a veces la convivencia era difícil, jamás había pensado en qué pasaría si se separaran, hasta que Severus volvió a Inglaterra y se encontró fantaseando con el escenario anterior.
No, ella definitivamente amaba a James. Era solo que se había acostumbrado a la idea de que otro hombre la había amado al grado de voltearse contra un señor oscuro solo por salvarla. James había sido capaz de enfrentarse a un señor oscuro, pero él ya estaba en el lado de la luz. ¿Qué tanto amor debió tenerle Severus para voltearse contra la persona que le ofrecía el mundo? Una mujer no podía ignorar algo como eso.
Lily decidió al final de todo su conflicto interno que ya no importaba. Deshacer un vínculo de destinados solo haría sufrir a su hijo y por mucho que anhelara el Status Quo donde Severus la amaba unilateralmente y sería siempre su seguro en caso de emergencia, el dolor que viviría su hijo no lo ameritaba.
Amaba más a sus hijos de lo que amaba a James e incluso, daría su vida por sus hijos. Sus deseos y anhelos no importaban cuando eran sus hijos los que sufrirían por ellos. No, tendría que hacer un esfuerzo por aceptar este nuevo desarrollo y convivir con su "yerno", dejar ir sus fantasías y conocer al hombre en que se había convertido Severus Snape. Ya que eso era otra cosa, Severus ya no era el niño adusto que ella solía conocer.
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Stereotype
FanfictionMi primer omegaverse. Voldemort fue derrotado esa noche de Halloween y todos han vivido años de paz y tranquilidad. Harry acaba de cumplir 17 años y sus padres le dan la "charla". Alphas, Betas y Omegas, los vínculos y el destinado. Harry no esta se...