Después de un corto viaje, nos acercamos a nuestro destino.
Entramos al bar que eligió Guada, que ya estaba esperándonos en una mesa con Manu.
El lugar está bien ambientado, con buena música, y por suerte se encuentra bastante tranquilo.
Salir todos juntos siempre se vuelve un poco caótico, cuando son lugares tan públicos, la gente suele ser muy piola y no trae grandes complicaciones interactuar con ellos. Pero uno no puede evitar sentirse un poco observado.
A la hora de sentarnos, Martí me empujó para sentarse en la silla que tome, y terminé quedando entre Camí y Nico, enfrentados a los otros tres.
Son pocas las veces que nos sentamos tan juntos, ya que en general siempre las chicas la rodean. Y es un poco como una tortura, sentir el calor de su piel y el roce de nuestras piernas bajo la mesa.
Es como si no pudiera sacar mi atención de los roces fugaces, y me da ganas de provocarla un poco. Me muerdo el labio, pensando en como puedo acercarme suavemente sin que nadie más nos vea.
Ella también parece bastante consiente de lo pegados que estamos en el espacio tan reducido de esta mesa. Y aunque parece un poco sonrojada por la cercanía, no se alejo de mi roce constante.
Antes de que pudiera hacer mucho más, llegó una moza con las cartas para todos. Termine quedando acorralado entre Nico y Camí, mientras discutían que opciones podían compartir del menú vegano.
Ojo, no me quejo para nada de tenerla más pegada, aunque ella parece estar tan absorta hablando con Nico, que no se dió cuenta.
Levanté la mirada, y la tía me estaba mirando fijo y sonriéndome. Siento que está más despierta de lo usual, bastante atenta a lo que hago. Se que adora a Cami, y aunque soy su amigo, si me las mando, iría al choque conmigo sin pensarlo.
Si bien su relación con Luli termino como lo hizo, es re noviera, y está esperando lo mismo para mí desde hace tiempo.
—Tía, queres compartir una pizza conmigo?, o estás pensando en comer lo más caro del menú?—le dije tratando de apagar un poco la intensidad con la que me está mirando.
—Basta de hacerme mala fama, la gente se va a pensar que soy así posta—me contesto haciéndose la ofendida.
—Amiga, la gente te conoce, por eso piensan eso-le respondió Guada riéndose.
—Gian, compartí pizza conmigo, y deja que Marti se pida un plato con burrata y salmon —me contesto Manu, pasando un brazo por encima de Guada.
—Te diría que comas pizza con nosotros, pero ya sé lo que opinas de la muzzalmendra.
—Gracias por la oferta Nicky, pero le dejo ese privilegio a Cami.-le conteste guiñándole un ojo a diucamancai.
Pedimos y con la charla, la comida llegó bastante rápido. Todo se veía bastante más rico de lo que pensé, incluso la pizza vegana que no suelen tener buena pinta.
Cene un poco tenso, tenía ganas de estar en la fiesta, y ver qué nos espera esta noche.
Sin muchos contratiempos más que algunas fotos con gente que nos cruzamos a la salida, nos fuimos en grupos de dos.
Estábamos bastante cerca, así que fue un viaje relativamente corto.
Fue bastante divertido ver a Cami tímida por la facilidad con la que ingresamos al vip. Reconozco que me siento un poco como un cazador, viéndola en un lugar en el que me siento más cómodo que en el ámbito laboral.
Nos cruzamos a varios conocidos, así que al segundo de entrar Martí ya había desaparecido. Desde ahí en adelante, la noche se puso más interesante de lo que esperaba.