Desde que soy adolescente que no tengo problema a la hora de ser honesto cuando alguien me atrae.
No le doy mucha vuelta a lo que me pasa, tampoco es como si alguna vez me hubiera enamorado realmente. En el ámbito de las salidas a las que voy con mis amigos, es simple el encarar.
Algunas miradas, gestos, sonrisas y todo fluye.
Pero trabajar con una persona que te atrae, es tema aparte. No es tan fácil como invitarla a casa después de cerrar la noche.
Y compartir ese trabajo con amigos cercanos, que te conocen a fondo, es peligroso.
Lo que no se habla sobre stremear con amigos cercanos, es que en algunos momentos olvidas la camara y expones de manera inconsciente partes de vos que no querés que todos vean.
Desde que arranque en TDT no me fue difícil mantenerme en personaje, pero desde que Camí entró, siento que me expongo todo el tiempo.
Compartimos el mismo humor, y pareciera que siempre tenemos la continuación del chiste del otro.
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Tengo que reconocer que cuando llegue a la casa de la tía y no la vi, ya la estaba esperando.
No pude evitar molestarla un poco, aunque me hubiera gustado tener más tiempo solos, hoy sale Wasabi y los chicos nos esperan.
Entramos al depto de la tía, y me sentí un poco aliviado de estar con más gente. Hoy está hermosa, y temo no saber controlar lo que eso me provoca.
Ni bien entramos, Martina se abalanzó sobre ella, como si no la hubiera visto en mucho tiempo.
—Amiga, perdona que no fui a buscarte, estaba discutiendo con el pelotudo de Nico —le dijo Martí mientras la abrazaba como un koala.
—Tranqui amiga, el toro aprovecho para huir de ustedes un rato — dijo Camí riéndose.
Ellas se quedaron abrazadas, piropeandose y charlando como si Nico y yo no estuviéramos ahi.
—Perdon por interrumpir su chamuyo, pero tendríamos que ir arrancando, que los demás ya están en camino- Nos informo Nico agarrando las llaves.
—Ah, pensé que íbamos a picar algo antes de salir — le dijo Camí confundida.
—Si, pero como los demás tampoco comieron nada, y Guada está con Manu por ir a picar algo, nos dijo de sumarnos y ya salir desde ahí -le respondí mientras le mostraba lo que Guada mandó al grupo.
—Ahh, mírala a Guada, con razón no se sumo a la previa con nosotros, se ve que el tema de perder la llave le pasa seguido—me respondió Camí, mientras cruzaban miradas con Martí y se reían.
Cuando llegamos al auto, me subí de copiloto y las chicas que parecían no poder soltarse, se subieron juntas atras, susurrando y riéndose.
—Pupi, tenés idea de si hay menú vegano a donde vamos? esos lugares de rico a dónde van ustedes no los conozco—le dijo Camí a Nico sonriendo burlonamente.
Me llama la atención como se abrió a nosotros al nivel en que cómodamente nos da apodos, no me quejo, me gusta que me diga negro o gordo mientras me sonríe, eso me hace querer ponerle apodos también.
—Si, no te preocupes, fíjate en Instagram que tienen el menú apto vegano. Menos los mozos, por Instagram podés ver todo.
Eso me borró un poco la sonrisa, no soy nadie para decirle nada. Pero ya lo viví en Uruguay, y no me gustó.
Me da ganas de molestarla, como un nene, para que solo se centre en mi.
—Ojo Cami con los mozos, que el punto fuerte hoy es la joda que nos perdimos, no te distraigas —dijo Martí, y cuando la mire por el espejo, me pareció verla mirándome.
Me olvidó de lo mucho que la tía conoce mis expresiones.
—Tranqui Amor, hoy soy toda de ustedes -le respondió mientras le tiraba besitos.
—Eso creo que también va para vos amigo, nada de separarse del grupo, por lo menos por hoy. —me susurro Nico entre codazos.
Le sonreí, y le dije que no se preocupara, desde que la vi llegar a la juntada, en ningún momento pensé en la posibilidad de perderla de vista.
