|15| Tenemos tres hermanos, ¿Por cuál caerás primero?

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Maratón 3/3

Bebé, no me llames «amiga»

Si vuelvo a escuchar esa palabra otra vez perderás la oportunidad de tenerme en tu cama

Y sé que hay otras chicas

Entonces puedes besar mi trasero y adiós.

Meghan Trainor — Title

|15| Tenemos tres hermanos, ¿Por cuál caerás primero?

—Bien. Tenemos tres hermanos sexys y una adolescente de diecisiete años con las hormonas alteradas viviendo bajo el mismo techo. ¿Qué puede salir mal? ¡Nada! ¿Placer? ¡Asegurado! —grita Rhys con su emoción contagiosa y dando saltos enérgicos.

—Te recuerdo que los tres hermanos son muy misteriosos y raros, sin contar que sus ojos me siguen recordando los ojos de mis pesadillas, además, ¡No soy una adolescente hormonal! Si vivo con ellos en su habitación es obligada. ¡Me vuelven loca! ¡Todo con ellos es muy complicado! Ashton me odia, pero me besó para vengarse de su ex, y luego lo veo tocándose aquella cosa inmensa que tiene entre las piernas —con mis manos hago un aproximado del tamaño y los ojos de Rhys casi se salen —. Callum es divertido, guapo pero me advirtió junto a los otros que me aleje de ellos y aún así vive dándome nalgadas, y no normales, tiene un arte, algo que logra dejarme... Excitada —Rhys sonríe pícaramente y yo pongo los ojos en blanco —. Y Brixton es el peor. Es oscuro, misterioso, lleno de secretos y si dice dos palabras es demasiado, todo el tiempo ocurren cosas extrañas a su alrededor y no defino si me atrae, me da miedo o ambas con la misma intensidad.

Me lanzo a la cama de mi hermano. Es pleno sábado y decidí escaparme a la habitación de mi hermano ya que sus roomies se fueron a pasar el fin de semana en sus casas.

—H, solo déjate llevar por sus sonrisas, sus músculos y sus entrepiernas —canturrea Rhys lanzándose sobre mí.

—¡Claro que no! ¡Ashton y Brixton me odian desde el primer segundo, son imbéciles! ¡Y Callum es bastante raro y sangriento! —protesto —. No son chicos normales, R, lo sé. Lo siento. Lo veo. No estamos hablando de simples chicos del campus, sino de los Pierce, hijos de los legendarios Pride. El tiempo ha pasado, pero siguen guardando miles de secretos.

—Si tanto sospechas de ellos, ¿Por qué te dejaste besar por Ashton? ¿O por qué miras a Brixton? ¿O por qué te excitan los toques de Callum? —pregunta él, una interrogante tras otras con esa sonrisa de conocerme mejor que yo misma.

—Es extraño, no puedo explicarlo —expreso, me pongo la almohada en la cara y grito —. Estar cerca de ellos es una tentación constante. Son como imanes que me atraen, magnéticos y sensuales. Pero al mismo tiempo algo invisible me aleja de ellos, me mantiene alerta y me dice que son peligrosos.

Rhys suspira y se levanta nuevamente. Parece maestro de «Ciencias del Sexo».

—H, si yo estuviera en la misma habitación que esos tres hace tiempo hubiera pasado por la cama de cada uno y luego repetiría —alega con total seguridad —. Ashton. Brixton. Callum. Y de nuevo. Y de nuevo.

—¡Está bien, entendí! —grito poniéndome de pie.

—¡Ellos son sexys, guapos y por lo visto con grandes longitudes ahí abajo! ¿¡Qué más le pides al universo!? ¡Todos los planetas están alineados para tu satisfacción! —expresa —. Para que tengas sexo duro, rudo y sucio con Ashton, oscuro, nocturno e incansable con Brixton y dulce, romántico pero rudo y fuerte con Callum.

Mi hermano no tiene remedio.

—Yo me voy, ¿Sí?

Me levanto y abro la puerta para irme.

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