|14| La extraña mascota, la mujer de las sombras y más rarezas de Brixton

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Vivo en mi propio mundo de fantasía
Niños gritando blasfemias desde sus cunas.
Habitación en llamas.

Sub Urban — Cradles

Maratón 2/3

|14| La extraña mascota, la mujer de las sombras y más rarezas de Brixton

Al día siguiente de los eventos con Ashton y de que me mudara a la habitación de los Pierce los cuatro salimos juntos rumbo a las clases. Compartía el primer turno con Callum así que fue bastante divertido.

El resto del día lo pasé junto a Alana.

—Sí. Literalmente me obligó a estar con ellos en su habitación —le cuento —. Se creen los putos dioses de todo.

—Son los dioses de todo —rectifica ella.

—¿Sabes? Yo soy su HELL. Tengo, voy a hacer algo. Aún no sé que, pero haré algo que ponga a esos idiotas en su lugar. Ya basta de que los Pierce sean los amos.

En ese justo momento Callum se sienta a nuestro lado.

—¿Escuché «Pierce»?

—Hablabamos de como tú y tus hermanos se creen mis amos aún cuando yo soy su Hell. Se supone que yo puedo hacer lo que quiera con ustedes, no al revés —le digo y él come su almuerzo.

Sonríe pícaramente.

—Conmigo puedes hacer lo que quieras, nena —me guiña un ojo —. Pero hablando en serio. ¿De verdad creíste que Ashton y Brixton se dejarían domar por una niña, enana, de cabellos rojos, que nos obligan a tratar como hermana y cuyo nivel de miedo en los demás se asemeja al de una mosca?

Abro la boca para responder y él me toma de la quijada y la cierra.

—Eres estúpido, Callum —suelto.

Me lanza un beso y Alana suspira.

—Hola por cierto —la saluda él.

—¡Hola! —grita ella emocionada.

Ambos mantienen una especie de conversación en la que Callum es educado y Alana le liga sin compasión.

Una especie de envidia y celos me invaden aunque no sé por qué.

Estos tres hermanos me hacen sentir cosas que no sé cómo explicar y es desesperante.

¿Por qué tendría celos de ellos?

En el fondo de mí tengo una especie de sentimiento posesivo hacia ellos, ser la única chica que ha estado tan cerca de los tres y la única Hell me hace sentir que me pertenecen, pero no es así.

—Call, vámonos las clases inician —le pido levantándome y le lanzo un beso a Alana antes de irme.

Callum y yo caminamos juntos hacia el salón de clases.

—Celosa —susurra dándome una de sus respectivas nalgadas que me hacen jadear sin quererlo y me dejan el cuerpo ardiendo.

—¿Qué? ¿Por qué me llamas así? ¿Y podrías dejar de hacerme eso? —respondo totalmente sonrojada.

Él se echa a reír y se ve más guapo que nunca. Callum es todo lo exótico y hermoso del universo. Sus ojos de distinto color mezclados con su sonrisa blanca, con su cuerpo sensual y su voz lo convierten en un tipo de persona totalmente distinto a los demás, como si fuera mitad ángel y mitad demonio, pero jamás humano.

—Noté que me sacaste de ahí porque te molestó que tu amiga me esté seduciendo, hermanita celosa.

—¡Claro que no!

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