H E L L

|21| Los Chicos Malos te hacen sentir cosas buenas

Tirar de ti bajo el sueño

A la luz antes del trueno

Dime, ¿Hay alguna duda sobre nuestra situación?

Poca miel en el verano

Me enamoré de Hunter

Oh, no puedo tener esto

Voy a llevarte tan alto

Te haré tambalear

Bebé, lo voy a sentir

Stephen Sánchez — High

Los chicos malos te hacen sentir cosas buenas

Me quedo totalmente estática y paralizada mientras veo a Kaos venir hacia mi dirección.

Sé que no me ha visto. Está demasiado oscuro.

Sé que debería correr. Al menos intentar salvar mi vida.

Pero solo me quedo paralizada.

Nunca se sabe qué haremos en una situación de peligro. Cómo reaccionaremos.

Antes de poder pensar en algo más una mano de aferre a mí cintura, otra me tapa la boca al mismo tiempo que me obliga a echarme hacia atrás y apoyar mi espalda a un pecho duro, masculino.

Mi corazón late rápidamente y mi mundo de pronto ha comenzado a girar más rápido.

—Shhh —susurra la voz en mi oído a la vez que su aliento caliente me provoca un leve estremecimiento entre tanto caos.

Hablando de caos, Kaos está a pocos pasos de mí y del desconocido. Nos busca con una mirada fría, pero acaba volviendo con el encapuchado. Ahora un poco más lejos noto que la ropa de este es una bata ancha de color negro. Como si fuera algún tipo de demonio, perteneciente a alguna secta o algo así.

Dios mío. Puede que haya una secta. Han dicho «ellos» así que claro está que esto no es cosa de uno solo.

—Debió ser algún animal —dijo Kaos al otro.

Un tercer individuo apareció en la jugada y ambos lo saludaron con un apretón de manos.

—He hablado con la Señora Alfil —informó el recién llegado —. Parece que tiene todo planeado. Los del Expediente V12 son meros juguetes para ella y de algún modo va a hacer que se maten entre ellos.

—Esa mujer está loca —respondió Kaos —, pero me gusta el entretenimiento y su juego de mierda donde quiere matar a todos para vengarse de no sé qué de Camille me mantiene entretenido —sonrío con la sonrisa más atractiva y a la vez siniestra que había visto. ¿Estaba ayudado a asesinos por... Diversión?

—Eso no es todo —dijo el otro encapuchado que acababa de llegar —. Dice que va a matar a un Pride.

Yo abrí los ojos grandemente.

Mierda.

¿Qué demonios estaba sucediendo? ¿Quiénes eran esos tipos y por que hablaban de muerte, la tal Asfil y planes de matarnos a todos como si fuera normal?

—¡Me encanta la idea! —grita Kaos con esa sonrisa retorcida. Tiene un atractivo adictivo, pero es un psicópata demente —. ¡Esto de crear una academia solo para un juego de matar a doce chicos para hacer sufrir a sus padres por algún error de su pasado me excita!

—Tú eres uno de esos doce chicos que son parte del juego de Alfil y van a morir —responde el otro encapuchado.

Kaos frunce los labios en un gesto que hace que sus ojos brillen aún más a la luz de la luna.