Jude
María.
Es la única palabra rondando mi mente desde ayer.
Tras la confesión puedo decir que me siento mucho mejor; me siento libre, pleno, en paz pero sobre todo me siento en casa; ella es mi casa.
La tenía durmiendo sobre mi pecho y llevaba un rato observando como de forma inconsciente su mano acariciaba suavemente mi brazo. La sonrisa de tonto que tengo ahora mismo no me la quita nadie y joder, que feliz soy con tan poco, la extrañaba como el respirar.
A penas eran las nueve de la mañana y, aunque soy muy dormilón, prefiero verla y cerciorarme de que ahora sí la tenía, de que por ella todo merece la pena y que es y siempre será la única para mí.
Unos minutos después la veo moverse en mi pecho y veo como poco a poco va abriendo sus preciosos ojos marrones. Le acaricio la mejilla mientras coloco un mechón detrás de su oreja.
- Buenos días preciosa.
Sonríe y vuelve a esconder su cara en mi pecho.
- ¿Con que seguimos teniendo vergüenza eh?
La chincho un poco más, algo que nunca está de más.
- Te veo muy tranquilo sabiendo que vas a comer a solas con tus suegros.
Ruedo los ojos y comienzo a darle besos por toda la cara, lo que causa que se empiece a reír y, joder, amaba su sonrisa, bueno, todo de ella en general.
Seguimos remoloneando un poco más de tiempo en la cama, hasta que decidimos que ya es hora de levantarse y desayunar algo.
. . . . . . . . . .
María
- ¿Te queda mucho María? Creo que llegar tarde a por tus padres no es un buen comienzo.
Soy una indecisa cuando menos debo serlo y hoy era uno de esos días.
- Ya bajo, tranquilo.
Y dicho y hecho, a los 5 minutos ya estábamos ambos rumbo al hotel donde mis padres se habían alojado. Habíamos quedado en ir a recogerlos e ir a comer a uno de los restaurantes favoritos de Jude; él aquí es el que más controla de eso, no lo voy a negar.
Ya estábamos los 4 cuatro en el coche y en pocos minutos llegamos al lugar. Ver a Jude conducir debería ser algo ilegal por exceso de guapura, y si a eso le sumas que llevaba el pelo recién cortado, con gafas de sol e iba en camisa... puf.
- Que bonito lugar Jude, tú si que tienes buen gusto, ya podría aprender mi marido de ti.
- Oye. - dice mi padre haciéndose el ofendido. Amaba su relación.
Entramos los 4 al interior del local y nos dirigimos a la mesa que Jude había reservado para nosotros.
La comida transcurrió de lo más amena posible, mis padres y Jude no podía llevarse mejor y eso me hacía sentir demasiado feliz.
Al acabar y tras la insistencia de Jude, invitó él a la comida.
Nos dejó a mis padres y a mí en el hotel de ellos, ya que así tenía algo de tiempo a solas con ellos antes de que se fueran.
- Ha sido un placer conoceros de verdad, y espero que más pronto que tarde nos volvamos a ver.
- Lo mismo digo Jude, no podemos estar más contentos del yerno que nos tocó.- Espera, ¿qué?
- Mamá, eh...
- Eso Jude, nos has sorprendido gratamente, y nos vamos mucho más tranquilos al haberte conocido. - Mi padre se acerca al inglés y le da una palmada en la espalda. - Espero que no nos hayamos equivocado.
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De Madrid al cielo (2ª Temporada) ‖ Jude Bellingham
FanficAño nuevo, vida nueva, o eso dicen, aunque va a haber cosas que nunca van a cambiar. La relación entre Jude y María no acabó de la mejor de las maneras pero, ¿será ese su broche final? ¿o aún nos queda por leer otro capítulo más de su historia? "El...