Capítulo 12: El Verdadero Enemigo

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El aire de la madrugada era frío y pesado mientras Lía y su equipo regresaban a la Torre con la familia de Jairo. La misión había sido un éxito, pero Lía no podía deshacerse de la sensación de que aún estaban caminando a ciegas. Había demasiados cabos sueltos, demasiadas preguntas sin respuesta.

Cuando llegaron a la Torre, Jairo corrió hacia su familia, abrazándolos con lágrimas en los ojos. Lía observó la escena con una mezcla de alivio y preocupación. Habían logrado una victoria pequeña, pero significativa, pero la verdadera amenaza aún se cernía sobre ellos.

—Necesitamos respuestas, y las necesitamos ahora —dijo Lía a Ana y Marcos mientras se dirigían a la sala de conferencias.

Marcos asintió, su expresión grave.

—Hemos identificado varios puntos de interés en el complejo industrial —dijo. —Podrían tener información que nos ayude a entender quién está detrás de estos ataques.

—Y también necesitamos averiguar por qué están atacando ahora —agregó Ana. —No parece ser solo una cuestión de poder. Hay algo más en juego.

Lía asintió, sabiendo que tenían razón. Tenían que volver al complejo industrial y buscar más pistas, pero esta vez necesitaban estar mejor preparados.

—Vamos a reunir un equipo más grande y mejor equipado —dijo. —Regresaremos al complejo y buscaremos cualquier cosa que pueda darnos una pista sobre quién está detrás de esto y cuáles son sus planes.

Mientras organizaban la misión, Lía se dirigió nuevamente a la sala de interrogatorios. Garrick estaba allí, esperándola con una sonrisa enigmática.

—Parece que has tenido éxito en tu pequeña misión —dijo, su tono burlón.

Lía lo miró fijamente, su paciencia agotándose.

—Sabes más de lo que nos has dicho —dijo. —Si realmente quieres ayudar a NeoLumen, este es el momento de hablar.

Garrick la miró durante un largo momento, su expresión cambiando a una de seriedad.

—Hay un grupo, una organización que ha estado operando en las sombras incluso antes de que el Consejo Supremo tomara el poder —dijo finalmente. —Su objetivo siempre ha sido controlar NeoLumen desde las sombras, utilizando el caos y el miedo para manipular a la población.

Lía frunció el ceño, procesando la información.

—¿Y tú trabajabas para ellos? —preguntó.

Garrick negó con la cabeza.

—El Consejo era solo una pieza en su tablero. Cuando nos volvimos demasiado visibles y ambiciosos, nos dejaron caer. Ahora, con el vacío de poder, están intentando tomar el control directamente.

Lía sintió una oleada de rabia y frustración. Habían estado luchando contra un enemigo invisible, uno que había manipulado tanto al Consejo como a la resistencia.

—¿Dónde podemos encontrarlos? —preguntó, su voz tensa.

Garrick le dio una mirada calculadora.

—Hay un lugar, un antiguo búnker subterráneo en las afueras de la ciudad. Es donde operan y coordinan sus ataques. Pero ten cuidado, están bien armados y extremadamente vigilantes.

Lía asintió, sabiendo que tenían que actuar con rapidez.

—Gracias por la información —dijo, antes de salir de la sala.

Reunió a su equipo y les explicó la nueva misión. Había una determinación renovada en sus ojos, sabían que este era un paso crucial para asegurar la libertad de NeoLumen.

Bajo la cubierta de la noche, se dirigieron hacia las afueras de la ciudad, hacia el antiguo búnker subterráneo. La entrada estaba escondida entre la maleza y los escombros, un recordatorio de los días oscuros de la guerra.

Lía lideró el camino, su linterna iluminando el oscuro túnel que descendía hacia el búnker. El aire era denso y frío, y cada paso resonaba con un eco inquietante.

—Manténganse alerta —murmuró, su voz apenas un susurro en la oscuridad.

El búnker estaba lleno de corredores laberínticos y habitaciones abandonadas, pero finalmente llegaron a una sala de control. Monitores y equipos de comunicación llenaban la habitación, mostrando imágenes de diferentes partes de la ciudad.

—Están espiándonos —dijo Ana, su voz llena de asombro. —Han estado un paso adelante todo este tiempo.

Lía se acercó a los monitores, observando las imágenes. Entonces, vio algo que la hizo detenerse. En una de las pantallas, una figura conocida estaba hablando con un grupo de personas.

—Es imposible... —murmuró Lía, su corazón acelerándose.

La figura en la pantalla era alguien que creían muerto durante la revolución, un líder de la resistencia que había traicionado su causa por poder. Ahora, estaba vivo y trabajando con el enemigo.

—Tenemos que detener esto ahora —dijo Lía, su voz llena de determinación. —Este es el verdadero enemigo. No dejaremos que destruyan lo que hemos construido.

Mientras se preparaban para enfrentar a esta nueva amenaza, Lía sabía que estaban en una batalla por el alma de NeoLumen. Pero con la verdad finalmente revelada, tenían una oportunidad de luchar y ganar.

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