Capítulo 15: La Oscuridad Antes del Amanecer

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El amanecer se asomaba en el horizonte cuando Lía y su equipo regresaron a la Torre después de la operación. La base central del enemigo había sido desmantelada y sus líderes capturados, pero la victoria no se sentía completa. Sabían que solo habían raspado la superficie de una organización mucho más grande y peligrosa.

Lía se reunió con Ana y Marcos en la sala de planificación, sus rostros reflejaban el cansancio y la preocupación.

—Hemos dado un golpe importante, pero no podemos bajar la guardia —dijo Lía, su voz firme. —Necesitamos analizar la información que hemos recuperado y prepararnos para los próximos pasos.

Ana asintió, desplegando un mapa sobre la mesa.

—Hemos identificado varias ubicaciones más pequeñas que parecen ser puestos de avanzada y centros de comunicación —dijo. —Si podemos desmantelar estos también, debilitaremos aún más su red.

—Además, necesitamos asegurar nuestras defensas —añadió Marcos. —No sabemos si planean un contraataque.

Lía estuvo de acuerdo. Sabía que la organización no se quedaría de brazos cruzados después de la pérdida de su base central.

—Dividiremos nuestras fuerzas —dijo. —Una parte se encargará de las ubicaciones menores, mientras que el resto reforzará la seguridad de la Torre y de NeoLumen.

El equipo se dispersó para organizar las nuevas misiones. Lía, por su parte, se dirigió a la celda donde los líderes capturados estaban siendo retenidos. Necesitaba respuestas, y las necesitaba rápido.

En la celda, la líder capturada, la mujer con la mirada de acero, estaba sentada en una silla, sus manos esposadas. Lía se sentó frente a ella, su mirada firme y decidida.

—¿Cuál es tu nombre? —preguntó Lía.

La mujer la miró con una sonrisa fría.

—Mi nombre es Helena —respondió. —Y no esperes que te cuente nada, Lía.

Lía mantuvo su compostura. Sabía que Helena era una adversaria astuta.

—Ya hemos desmantelado tu base principal y capturado a tus líderes —dijo Lía. —Es solo cuestión de tiempo antes de que desmantelemos toda tu red. Ayúdanos a detener esta locura y podrías recibir un trato más justo.

Helena rió, un sonido vacío y sin humor.

—¿De verdad crees que has ganado algo? —dijo. —Nosotros somos solo una parte de algo mucho más grande. Incluso si destruyes esta red, otras surgirán. NeoLumen siempre ha sido un campo de batalla, y siempre lo será.

Lía sintió un escalofrío. Sabía que Helena tenía razón en cierto sentido. La lucha por el control de NeoLumen era más profunda y compleja de lo que habían imaginado.

—No vamos a rendirnos —dijo Lía con determinación. —Lucharemos por la libertad y la justicia, sin importar cuántos enemigos tengamos que enfrentar.

Helena la miró con una mezcla de admiración y lástima.

—Esa es la diferencia entre tú y yo, Lía —dijo. —Tú luchas por ideales, yo lucho por realidades. Y en este mundo, las realidades siempre ganan.

Lía se levantó, sintiendo una mezcla de frustración y determinación renovada.

—Veremos quién gana al final —dijo antes de salir de la celda.

Mientras se dirigía de regreso a la sala de planificación, Lía reflexionó sobre las palabras de Helena. Sabía que la lucha sería larga y difícil, pero también sabía que no estaba sola. Tenía a Ana, Marcos y a todos los ciudadanos de NeoLumen que creían en un futuro mejor.

De repente, una alarma resonó en la Torre. Lía se detuvo, su corazón acelerándose. Corrió hacia la sala de control, donde Ana y Marcos ya estaban evaluando la situación.

—¿Qué está pasando? —preguntó Lía, su voz tensa.

—Estamos siendo atacados —dijo Marcos, sus ojos fijos en los monitores. —Han lanzado un asalto masivo contra la Torre y varios puntos clave de la ciudad.

Lía sintió una oleada de adrenalina. Sabía que esto era el contraataque del enemigo.

—Todos a sus posiciones —ordenó. —Defenderemos la Torre y protegeremos a NeoLumen a toda costa.

La batalla que siguió fue intensa. Las fuerzas enemigas eran numerosas y bien organizadas, pero Lía y su equipo lucharon con valentía y determinación. En medio del caos, Lía vio cómo los ciudadanos de NeoLumen se unían a la lucha, defendiendo su hogar con una pasión que inspiró a todos.

A medida que avanzaba la noche, las fuerzas de Lía comenzaron a ganar terreno. Con cada victoria pequeña, la moral de los defensores crecía. Finalmente, después de horas de combate, lograron repeler el ataque y asegurar la Torre.

Lía, cubierta de polvo y sangre, miró a su alrededor, viendo a sus compañeros y ciudadanos exhaustos pero triunfantes. Sabía que habían ganado una batalla crucial, pero también sabía que la guerra estaba lejos de terminar.

—Esto es solo el comienzo —dijo a Ana y Marcos. —Tenemos que estar preparados para lo que venga.

Marcos asintió, su mirada determinada.

—Hemos demostrado que podemos resistir y luchar —dijo. —Y mientras tengamos a NeoLumen, no dejaremos de pelear.

Lía miró el horizonte, donde el sol comenzaba a salir, bañando la ciudad con una luz dorada. Sentía una renovada esperanza y determinación.

—Por NeoLumen —dijo en voz alta.

—Por NeoLumen —repitieron Ana y Marcos, y sus voces resonaron con la fuerza de una promesa.

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