Capítulo 20: El Asalto a la Fortaleza

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La información obtenida del funcionario capturado había sido un golpe duro para el Consejo, pero Lía sabía que la verdadera prueba aún estaba por llegar. Entre los datos revelados, una ubicación destacaba: una fortaleza subterránea donde se decía que los miembros más importantes del Consejo se reunían para planificar sus operaciones.

La resistencia pasó días preparándose para el asalto. Lía, Ana, Marcos y Daniel trabajaron incansablemente, organizando equipos, diseñando estrategias y asegurándose de que cada miembro de la operación supiera su papel.

—Esta es nuestra mejor oportunidad para acabar con el Consejo de una vez por todas —dijo Lía en una reunión con los líderes de la resistencia. —No podemos permitirnos fallar.

Elena, quien se había unido a la resistencia después de proporcionar información crucial, estaba allí también. Había ofrecido su conocimiento sobre la fortaleza, sus defensas y posibles puntos de entrada.

—La fortaleza está protegida por un sistema de seguridad de última generación —explicó Elena, señalando un mapa holográfico. —Pero hay una entrada secundaria que podríamos utilizar para infiltrarnos sin ser detectados.

—¿Qué tipo de defensas internas enfrentaremos? —preguntó Marcos, estudiando el mapa.

—Guardias armados, drones de vigilancia y trampas de seguridad automatizadas —respondió Elena. —Será peligroso, pero con la estrategia adecuada, podemos superarlas.

Lía asintió, comprendiendo la gravedad de la misión.

—Dividiremos a nuestro equipo en dos grupos —dijo. —Uno se infiltrará por la entrada secundaria y desactivará las defensas internas. El otro grupo entrará después para capturar a los miembros del Consejo.

Ana y Daniel liderarían el primer grupo, mientras que Lía y Marcos comandarían el segundo. La noche antes de la operación, Lía se tomó un momento para hablar con sus compañeros.

—Mañana enfrentaremos un gran desafío —dijo, sus ojos recorriendo el rostro de cada miembro del equipo. —Pero somos la resistencia. Hemos superado obstáculos imposibles antes, y lo haremos de nuevo. Por NeoLumen.

—Por NeoLumen —respondieron todos al unísono.

Al amanecer, los equipos se pusieron en marcha. Se movieron con sigilo a través de la ciudad, evitando patrullas y drones enemigos, hasta llegar a la entrada secundaria de la fortaleza. Ana y Daniel lideraron su grupo hacia el interior, desactivando las trampas y neutralizando a los guardias con precisión y eficiencia.

Lía y su equipo esperaron la señal. El tiempo pasaba lentamente, cada minuto cargado de tensión. Finalmente, la voz de Ana llegó a través del comunicador.

—Estamos dentro. Las defensas están desactivadas. Procedan.

Lía y su equipo avanzaron rápidamente, entrando en la fortaleza sin encontrar resistencia. Se movieron a través de los oscuros pasillos subterráneos hasta llegar a una gran sala de conferencias, donde los miembros del Consejo estaban reunidos.

—¡Alto! —gritó Lía, apuntando su arma a los sorprendidos líderes. —Están rodeados. No tienen escapatoria.

Los miembros del Consejo, sorprendidos por la incursión, levantaron las manos en señal de rendición. Lía y su equipo los desarmaron y los aseguraron, revisando la sala en busca de cualquier trampa o amenaza adicional.

Mientras sus compañeros aseguraban la fortaleza, Lía se acercó a uno de los líderes, un hombre de aspecto severo y ojos calculadores.

—Ustedes han sido la sombra detrás del régimen —dijo Lía. —Pero su tiempo ha terminado. NeoLumen se levantará de nuevo, y la justicia prevalecerá.

El hombre sonrió con frialdad.

—Puede que nos hayas capturado, pero otros ocuparán nuestro lugar. La lucha nunca termina.

Lía lo miró con firmeza.

—La lucha por la libertad siempre continuará —dijo. —Y siempre habrá quienes estén dispuestos a luchar por ella.

Con los miembros del Consejo capturados, la resistencia comenzó a desmantelar las operaciones en la fortaleza. Encontraron documentos y archivos que detallaban los planes del régimen, información que sería invaluable para futuras operaciones.

De regreso en la Torre, la noticia de la captura del Consejo se extendió rápidamente. Los miembros de la resistencia celebraron su victoria, sabiendo que habían dado un paso crucial hacia la liberación de NeoLumen.

Lía, Ana, Marcos, Daniel y Elena se reunieron para discutir los próximos pasos.

—Hemos golpeado al corazón del enemigo —dijo Ana, con una sonrisa de satisfacción. —Pero aún queda mucho por hacer. Debemos utilizar la información que hemos obtenido para continuar debilitando al régimen.

—El camino hacia la libertad es largo y arduo —dijo Lía. —Pero hoy hemos demostrado que podemos lograr lo imposible. Seguiremos adelante, luchando con todo lo que tenemos.

Mientras la resistencia se preparaba para la siguiente fase de su lucha, Lía sintió una renovada esperanza. Sabía que el camino sería difícil, pero también sabía que, unidos, podían enfrentar cualquier desafío.

La batalla por NeoLumen continuaba, y con cada victoria, la libertad se acercaba un poco más.

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