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GOLDEN IN LOVE. 05. / Daphne Bridgerton Amaba a Cardan _______________________________
— Me gustaría pedir la mano de Daphne — titubeó Cardan.
Anthony Bridgerton quien seguía jactado de sus quehaceres como el cabecilla de la familia, no lograba comprender qué es lo que hacía uno de sus mejores amigos de la infancia a las afueras de su hogar a las cuatro en punto de la mañana. Luciendo tan afligido y tímido, como nunca antes lo había visto.
Cardan recordaba parte de la conversación que tuvo con dos de sus hermanas mayores, horas atrás. Poco después de haberse despedido de Daphne con un tierno beso en la coronilla, decidió que lo mejor era regresar a la mansión Granger para aclarar su mente. Sabía que debía hacer algo, pero no sabía cuál era el orden correcto de hacer las cosas.
— ¡La besaste! — chilló Lavinia impresionada y un tanto ofendida por la actitud de su hermano mayor.
— ¿Podrías bajar la voz? Recuerda que las gemelas también viven aquí y podrían escucharte.
— Le pedirás matrimonio.
— Eso lo tengo más que claro, Vinia. Quiero casarme con Daphne porque la quiero.
Lavinia Granger entrecerró los ojos y murmuró un par de cosas que su hermano mayor no logró entender, antes de pedirle más detalles del asunto. Evidentemente su hermano reservaría uno que otro momento de lo vivido con Daphne.
— ¿Me perdí de algo? — interrogó Anthony Bridgerton. Tratando de no dejarse llevar e imaginar lo peor de su amigo.
— La amo — soltó de pronto. Y sus mejillas se tiñeron de rojo por la vergüenza.
Anthony alzó su ceja, confuso. Estaba aún más desorientado que el marqués quien había ido, si no es que corriendo al hogar de los Bridgerton.
— Sé que somos amigos...pero tu hermana es mi adoración. Y no podré estar en paz si no he de intentar estar con ella. Puedo asegurarte que vivirá cómodamente, mis hermanas, ellas la adorarán..—
— Creo que deberías ir con calma — comentó Anthony, al ver cómo Cardan estaba perdiendo el aire.
Sin embargo, Cardan negó con su cabeza múltiples veces.
— Ella es mi adoración, Anthony. No existe gracia en el mundo que se le compare. Yo la amo —. Cardan llevó una de sus manos a su pecho y sostuvo firmemente su deseo.
Anthony lo miró atónito. Jamás lo había visto de esa forma. A lo largo de los años, Cardan Granger se mostró un hombre escéptico al romance; fortachón de carácter, ideales, siempre centrado en su familia aunque disponible para hacer alguna que otra broma. Saber que Daphne, su hermana menor había logrado derretir ciertas capaz como para lograr que tratase de expresar sus sentimientos por ella con alguien más..., si eso no era amor entonces Anthony no sabía que otra cosa podría estar cerca de equiparar tal demostración. Tan magnífica y sincera que sintió que, no había nadie en el mundo capaz de hacer feliz a su hermana como Cardan Granger.
