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Reencuentro

Narra Claudia:
Cuando decidí asistir a la firma no tuve tiempo de revisar a los asistentes, nunca había sido mi prioridad revisar quienes asistirían.

Llegué temprano, como de costumbre, saludé un amigo muy querido que conocí en mis años universitarios, Avelino.

Claudia- Avelino!, qué gusto verte aquí.
Avelino- Claudia!, digo lo mismo. Sigues igual de guapa como en nuestros buenos tiempos.- Sonreí
Claudia- No sabía que también estabas en política.
Avelino- Muchos de nosotros entramos a la política, es sin duda una sorpresa ver a Xóchitl también involucrada- Se me paró el corazón y al instante comenzó a latir con el doble de fuerza.
Claudia- ¿Xóchitl está aquí?
Avelino- Aún no llega, pero será todo un placer verla, ¿cuando dejaron de ser amigas?
Claudia- Nunca dejamos de ser amigas, nos distanció mi estancia en Estados Unidos.

Avelino me abrazó al ver mi tristeza, le devolví el abrazo.
En medio del abrazo escuché murmullos de personas, levanté la vista y ahí estaba. Guapa, reluciente, pude notar su incremento de peso, sus caderas grandes me invitaban a quedarme por siempre en ellas, se había puesto luces y cortado el cabello, se veía espléndida, al verme, pude notar que sus ojos se iluminaban.

Me saludó con la mano y en sus labios pude leer un- buenas tardes- esperé a que terminara de hablar con los medios, una vez que entró a la carpa, caminé hacia ella, besé su mejilla y le sonreí.

Claudia- Xóchitl, que gusto verte- dije de corazón.
Xóchitl- Claudia...- iba a decirme algo, pero en eso interrumpió Avelino.
Avelino- Hola Xóchitl, hace tanto no te veo, qué gusto.
Xóchitl- Hola Avelino, digo lo mismo- nos voltean a ver al mismo tiempo- se ven muy bien ambos.
Sonreí
Claudia- Gracias Xóchitl, también te ves muy bien.- mis ojos recorrieron su cuerpo, noté que se puso nerviosa.
Avelino- Bueno, dejo que platiquen en paz. No se tarden que ya casi inicia la firma.
Claudia y Xóchitl- Gracias Avelino.

Ambas nos quedamos solas, seguimos con la mirada a Avelino hasta que desapareció de nuestra vista. Me atreví a verla de reojo y noté su mirada en mí.

Claudia- Xóchitl, ¿cómo has estado? Acepté tu solicitud en Facebook pero no me mandaste mensaje.
Xóchitl- Ay Clau, la verdad no soy muy buena con eso de las redes sociales- hace mucho no escuchaba su característica risa pausada y llena de aire- pero vi tus fotos. Tienes una linda familia. Lamento lo de tu esposo.- dijo sinceramente.
Claudia- Gracias Xo, también pude ver a tu familia. Se ve que se aman mucho. Nunca supuse que al final Alberto y tú tendrían tanta química. Hasta se casaron- Reí para disimular mis celos enfermizos.
Xóchitl- No es mi esposo, Clau- dijo con una voz seria.
Claudia- Pero tuvieron hijos juntos, para eso se necesita mucha química...y física. - Mis palabras salían atropelladas, como si estuviera molesta.
Xóchitl- Mira, si quieres vamos a mi casa hoy y hablamos con más calma, puedo explicarte todo.
Claudia- ¿Y que me reciba Alberto? No gracias.
Xóchitl- No están en casa, se fueron de campamento a Toluca.

Estaba a punto de responder cuando se acercaron los organizadores para llevarnos a la tarima, había iniciado el evento.
Miré rápidamente a Xóchitl, que seguía esperando mi respuesta, y le sonreí. Pude notar como se relajaba.
La firma se llevó muy pacíficamente, aunque Xóchitl hacía unos comentarios muy interesantes.

Xóchitl- Yo ya le dije a la delegada que me invitara a un hotel ilegal, pero creo que aquí hay puros de paso, no nos vayan a ver entrar y vayan a pensar...- y todos reímos.

Fue una velada asombrosa, me gustaron mucho las participaciones de todos los compañeros, fueron momentos muy agradables, Xóchitl no me quitaba la vista ni yo a ella, queríamos estar juntas lo más posible, como lo habíamos estado años antes.

Cuando tuve que llamar a mi asistente, noté la cara de Xóchitl cuando se acercó a mí, al principio me extrañé por sus celos pero recuerdo que en una pijamada me contó que era muy celosa, no le gustaba que sus "amigas" tuvieran algún tipo de contacto físico con un hombre. Ay Xóchitl, después de tantos años no habías cambiado mucho.

Una vez que firmamos todos, salimos a la par para que nos entrevistaran y nos tomaran fotos. Mientras caminábamos, Avelino nos preguntó si queríamos ir a Xochimilco.

Xóchitl- Ahí nos enamoramos Avelino.
Claudia- Vamos otro día con más calma.
Xóchitl- Si ahí nos enamoramos Avelino.

Recordé la casa que los padres de Xóchitl tenían en Xochimilco, efectivamente, ahí nos enamoramos. Sonreí mientras cambiaban rápidamente el tema.
Les digo que Xóchitl no cambia.

Una vez terminado el recorrido decidí acompañar a Xóchitl a su casa. No sin antes fijarme que nadie nos viera salir juntas.

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Nota de la autora:
Voy a estar subiendo un capítulo por día. Muchas gracias por el apoyo, se les quiere.