Voy a luchar por nosotras

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Narra Xóchitl:
Esperé a Claudia en casa por petición suya, ya que habría prensa intentando sacar la última foto de la candidata antes de las elecciones.

Se había ido únicamente dos días, pero después de 4 meses de verla a cada amanecer estaba segura que nada había sido tan fácil como acostumbrarme a ella, su olor en las sábanas me daba comfort, pero la necesitaba a ella.

Escuché cuando apagó el motor de su carro y me arreglé lo más que pude. Escuché las llaves mientras abría y mi corazón latía al mil por hora. Abrió y me lancé a ella. Me recibió con una mano. La otra sostenía sus maletas y unas flores. Eran muy bellas.

Me besó con ternura y yo le correspondí. Le ayudé con sus maletas y adentro pudimos seguir abrazadas. Noté de inmediato su cabello liso, los rizos habían desaparecido y su ropa había cambiado a una más formal.

Claudia- Mira, te traje estas flores que me vendieron afuera del aeropuerto.- Me las dio e inmediatamente las puse en agua con hielo.

Claudia se sentó cansada en el sillón y regresé para sentarme a su costado. Me recibió con las manos abiertas.

Xóchitl- ¿Cómo te fue? Te extrañé mucho. Tu cabello y tu ropa...tus rizos.
Claudia- Mi amor, me fue muy bien, tengo muchas cosas que contarte. Me hice unos pequeños cambios. ¿Te gustan?
Xóchitl- Me gustan mucho, pero...extraño tus rizos hermosos, me recuerdan a las raíces de los árboles.
Claudia- Son cambios que vendrán mejor para la campaña.

Me contó sobre la conferencia, me contó sobre el ceviche que había cenado y su habitación. Estaba muy emocionada de oírla. Me encantaba su voz.

Claudia- Tengo algo importante que plantearte, necesito que tu mente esté abierta a lo que voy a pedirte. - Asentí con mi cabeza rápidamente, sus noticias me daban miedo- Primero voy a bañarme.
Xóchitl- Hace mucho calor, ¿y si nos bañamos juntas?

Claudia aceptó de buena gana, se desvistió y procedió a desvestirme a mí. Parecía muñeca, guiada siempre de mi dueña, Claudia. Santas manos, me guiaron a la bañera.

El agua estaba fría, hacía mucho calor y fue un buen disipador del mismo. Nuestra piel se enchinó al sentir el contacto directo con el agua helada.

Xóchitl- Eres la mujer de hielo, está muy fría- dije aguantando la respiración. Claudia no pudo evitar reír ante mis tonterías.

Verla desnuda siempre ha sido de los mayores placeres que he podido experimentar en mi vida, ver sus perfectas curvas, su cintura y su cuerpo bien formado me llenaba de vida. Ver como se erizaba al sentir mi roce y a la vez el frío del agua despertó sentimientos en mí. Quería esto por siempre.

Después del baño y mientras nos vestíamos comenzó la plática.

Narra Claudia:
No sabía cómo comenzar, lo que sabía era que sería difícil que lo aceptara, sería muy complejo que lo comprendiera pero lo intentaría, al final de cuentas lo hacía por nosotras.

Claudia- ¿Recuerdas que te platiqué sobre el viaje?
Xóchitl- Ay Clau, no tengo tan mala memoria, me acabas de platicar.- dijo y comenzó a reír, yo intenté reír pero no podía, estaba muy nerviosa.
Xóchitl-¿Qué pasa Clau?
Claudia- Quien me invitó a la conferencia fue Jesús.
Xóchitl- ¿Jesús tu novio de la universidad? ¿Cómo?
Claudia- Nos encontramos en Facebook.

Note que el enojo se acumulaba en sus ojos, sus labios ya no tenían la sonrisa que la caracterizaba, antes que pensara algo malo decidí seguir explicando.

Claudia- Fui a España porque me invitó a su conferencia, quería verlo, saber que estaba bien y aproveché para arreglar mi imagen. ¿Te gusta?- le dije con una sonrisa, no me correspondió
Xóchitl- Claudia, me mentiste. Me habías dicho que te invitó el Instituto de Física, ¿por qué no me dijiste la verdad? ¿Qué más pasó con él?
Claudia- Tienes razón, estuvo muy mal de mi parte, no te dije porque quería ir sin que te sintieras mal al respecto. No hicimos nada, te lo juraría por dios si creyera en él. Lo juro por ti y por nosotras, en eso sí creo- Le dije rogándole, implorando que me creyera.
Xóchitl- ¿Cómo sabré si es real? Lo hecho hecho está, no dejaste testigos- dijo con un gesto lúgubre, como si fuera el finals
Claudia- Si quieres le pido que hable contigo y te explique, de hecho tenemos una propuesta para la seguridad de nuestra relación.
Xóchitl- ¿Tenemos?
Claudia- Jesús viene en dos días, sabía que podías no creerme pero en serio necesito que nos escuches.
Xóchitl- ¿Cuál es la propuesta, Claudia?
Claudia- Que él sea tapadera de nuestra relación.
Xóchitl- ¿Qué es eso?

Respiré ondo, estaba aterrada de su reacción, no quería que me dejara pero necesitaba afrontar las consecuencias de mis acciones. Todo esto lo provoqué yo misma, pero siempre hubo una buena causa: poder estar juntas sin tener que arriesgarnos políticamente.

Claudia- Tendré que fingir una relación con Jesús delante los medios y el mundo político pero en realidad estaré contigo. Nuestra relación será igual, nada tendrá que cambiar, solo tendremos que hacerle un espacio en nuestras vidas a Jesús- Dije atropelladamente, no quería que dejara de escuchar, podría decirle perfectamente el plan si hablaba rápido.

Xóchitl me miraba expectante, sabía que la idea no le gustaba en absoluto.

Xóchitl- No, Claudia. ¿Por qué no podemos seguir así como estamos?
Claudia- Porque la gente va a empezar a sospechar, además, aunque les quisiéramos vender la idea de que somos amigas recuerda que somos de partidos políticos distintos. Tú no quisiste unirte a Morena. - le reproché.
Xóchitl- Ya te había explicado el porqué...
Claudia- Es la única opción que nos queda, Xóchitl. Las elecciones son en dos días. Todo va muy rápido y no puedo detenerlo, pero puedo hacer esto por nosotras.
Xóchitl- ¿y qué sería de mí?
Claudia- Tú ya tienes pareja pública. Yo necesito borrar a Carlos del panorama o no voy a ganar. - dije intentando convencerla a toda costa. Se quedó pensativa.
Xóchitl- Voy a pensarlo Claudia, quiero que hablemos con Jesús y con Alberto, necesitamos establecer acuerdos.- dijo con voz baja, ella intentaba convencerse a sí misma. Di un pequeño grito de la emoción y le di un beso. La amaba y la respetaba.
Claudia- Perfecto. Vamos a dormir, estoy cansada.

La guié a la habitación y ahí nos besamos, la noté distante y lo entendí, intenté afirmarle con todas las palabras del mundo lo que significaba para mí, lo mucho que la amaba.

Esa noche hicimos el amor suavemente, la había extrañado demasiado durante mi estancia en España, sabía que ella también me había extrañado y sabía también que la había decepcionado.

Decidí pagarle todo mal que había hecho. Los labios se me durmieron de tanto explorar su cuerpo, mis dedos, maestros en el oficio estaban ya cansados. Xóchitl se entregó a mí como nunca antes. Me había perdonado, al fin la redención había venido a mi vida.

Después de cambiar las sábanas nos dispusimos a dormir, yo estaba exhausta, lo había dado todo y me quedé dormida al instante en el que se apagó la luz.

Narra Xóchitl:
Estaba muy cansada después de el torbellino que había representado entregarme a Claudia pero no podía dormir, sentí que se avecinaban cosas muy fuertes que tarde o temprano me separarían del amor de mi vida.

Lloré esa noche, mientras Claudia dormía en mi pecho, los sollozos la despertaron. Al principio se movía muy poco, hasta que decidió comprobar su hipótesis y voltearme a ver.

Claudia- Xóchitl, mi amor... ¿que tienes? ¿A caso te lastimé? Tal vez fui muy dura con mis dedos, no he podido cortarme bien las uñas- me dijo incorporándose, aún desnuda, limpiando mis lágrimas.
Xóchitl- Claudia...es que yo- Dije con la voz entrecortada, podía apenas respirar, lloraba como una niña que tenía miedo a lo que se escondía debajo de su cama.
Claudia- Tranquila Xo, dímelo...lo que necesites lo tendrás, lo que quieras te daré. No estés triste- Dijo con una preocupación palpable, nunca la había visto así. Sus manos limpiaban mis lágrimas y a la vez me examinaba exhaustivamente. ¿Cómo decirle que solamente me dolía el corazón?
Xóchitl- Claudia...no quiero perderte- Pude articular finalmente y su mirada se suavizo de inmediato. Me abrazó tiernamente.
Claudia- Xo, nunca vas a perderme, sé que no he estado a la altura contigo y te he traído más problemas que felicidad pero te prometo que no será así más. Necesito que sepas que te amo y que voy a luchar por nosotras.- Una vez terminó de decir eso se paró al baño por papel, limpió mis lágrimas y besó mis ojos con paciencia.

No supe decirle que no necesitaba que luchara por nuestro amor, necesitaba que estuviera conmigo y que me hiciera sentir amada, pero no valía la pena seguir peleando. No podía perder estos momentos valiosos a su lado.

Me acurruqué en mi lugar favorito, justo al lado de su corazón y dormí como bebé, como si los días en los que estuvo fuera no hubiera dormido, ella es mi casa y nada equipara la seguridad que me da.

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Nota de la autora:

Porfavor no se enojen con Claudia, esta intentando remediar todo pero es humana y no deja de cometer errores.
Denle chance, leo siempre sus comentarios, me motivan mucho a seguir con la historia.

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