¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
●•●
El día tan esperado llegó. Kioko sacudía su paraguas cuando divisó a lo lejos la inconfundible figura de Iida acercándose a toda velocidad, protegido por un impermeable y botas.
—¡Buen día, Kayama!— Saludó efusivamente el representante de la clase.
—¿Iida?— Repitió confundida al verlo frenar justo a tiempo.
—¡Llegaste más temprano que nosotros!— Exclamó enérgico señalando hacia atrás.
—¿Nosotros?— Repitió confundida. Fue entonces que detrás de él apareció Midoriya corriendo para alcanzarlo.
—Midoriya.— Saludó con una sonrisa cerrando su paraguas.
—Kayama.— Respondió con su acostumbrada amabilidad. —Has llegado más temprano que nosotros.
—Mi mamá me trajo, por eso pude venir más temprano de lo usual.— Aclaró apenada por su disparejo sentido del tiempo.
—Ya veo.— Musitó Iida guardando cuidadosamente sus botas.
Kayama y Midoriya intercambiaron una mirada empática. Comprendían el doloroso asunto del ataque a su hermano.
—Oye, Iida..— Comenzó Midoriya con suavidad.
—Sí, es por mi hermano. No se preocupen y discúlpenme por inquietarlos.— Cortó Iida con una amable sonrisa forzada.
Luego se retiró apresurado, dejándolos preocupados. Midoriya volteó con Kayama en busca de respuestas.
—Estará bien, no podemos obligarlo. Solo estaremos ahí cuando quiera desahogarse.— Dijo ella enrollando su paraguas con calma.
—Tienes razón. Será mejor ir a clases, los demás deben estar ahí.— Convino Midoriya.
Kioko asintió con mirada comprensiva. Juntos se encaminaron al salón, mantendrían un ojo en Iida por si requería su apoyo sin presiones. Los problemas se superan en equipo.
—Por cierto, Kayama.— Llamó Midoriya mientras subían las escaleras. Ella lo miró expectante. —Me enteré que antier Brilliant tuvo un encuentro con un villano.
—¿Te enteraste?— Murmuró frunciendo el ceño, extrañada de que Midoriya supiera cuando ese asunto se había mantenido en privado. —¿Por quién?
—¡Ah! Fue en una página pequeña, nada conocida.— Se apresuró a excusarse, nervioso ante su gesto.
Kayama asintió pensativa. —Ayer mismo retomó sus actividades como de costumbre. Siempre dicen que mi padre se recupera rápido, como si tuviera un don curativo.— Comentó sonriente.
—Me alegro mucho.— Replicó Midoriya sinceramente. Brilliant también era un ejemplo a seguir.
