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Kioko se acostó aquella noche con el teléfono en la mano, a la espera de otro posible mensaje de ese número desconocido.
En la pantalla encendida aún se podía leer el anterior: "Los héroes no volverán a ver el cielo despejado sobre ellos". Su significado era tan enigmático como perturbador.
Lamentablemente, ella no lograba comprender su sentido. Era demasiado escueto y en forma de indirecta.
Demasiado críptico y sin contexto, no sabía qué significado tener. Y ahora, dada la situación de ser separada repentinamente de su padre, consideró que no tenía caso anunciarlo en ese momento.
Solo generaría mayor tensión.
Sí, había mentido a Bakugo al restarle importancia al asunto. Pero es que sinceramente no le veía mucho sentido mencionar algo que ella misma no lograba desentrañar. No quería alarmar a nadie sin saber realmente de qué se trataba.
Decidió guardar silencio por ahora y esperar acontecimientos. Rogaba internamente que fuera una falsa alarma y no significara nada grave. Pero la inquietud se apoderó de ella en toda la noche, impidiéndole conciliar el sueño.
...
Kioko iba sumida en sus pensamientos durante el trayecto en tren hacia Hosu, donde realizaría sus prácticas con Endeavor y Shoto.
Observaba el paisaje cambiante tras la ventanilla, vistiendo el uniforme escolar de la UA. Aunque confiaba ciegamente en su padre, no podía dejar de sentir inquietud ante lo sucedido.
La indiferencia de Brilliant al despedirla también la había perturbado. Su padre solía ser más cariñoso y esta vez lo notó demasiado serio y tenso.
Sumado a eso, el extraño mensaje que recibió seguía rondando en su mente. Si bien no quería alarmar a nadie, presentía que algo no estaba bien.
Esperaba que al llegar con Endeavor pudiera recibir información que aclarara sus dudas. Quizás su padre era sobreprotector y exageraba las cosas.
Kioko iba sumida en sus pensamientos durante el trayecto en tren hacia Hosu. La inquietud no la abandonaba pese a su confianza en su padre.
Observaba el paisaje cambiante tras la ventanilla, tratando de distraer su mente de los malos presentimientos. Quizás todo se debía a una equivocación y pronto podría volver junto a Brilliant.
Kioko recordó lo sucedido esa mañana al desayunar.
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Vio a su padre Brilliant entrar, ignorándola por completo al pasar de largo sin dirigirle una palabra.
