Esta Vez Para Siempre - Kazutora Hanemiya

Capítulo 3: Complicada.

Narra Rubí:

Quiero llorar.

Quiero golpear a alguien.

Quiero un abrazo.

No seeee. 

Pero si tengo muchas ganas de llorar.

—¡Bienvenida arquitecta Hatori!— gritan a coro todos y mis lágrimas se hacen presentes.

Están todos mis amigos aquí, en casa de mamá, y me hicieron una fiesta sorpresa.

—Deja de llorar y ve a saludar.— me regaña Nico.

—¿Tú lo sabías?— le pregunto secando mis lágrimas.

—Obviamente.— contesta con una sonrisa burlona. —Ve.—

No lo pienso mucho y salgo corriendo a los brazos de mis amigas quienes me abrazan entre todas sin dejar de decirme lo mucho que me extrañaron y lo linda que estoy.

Comienzo a abrazar a todos, los exs Tenjiku, la ToMan, los Black dragons, Taiju Shiba me deja abrazarlo y solo acaricia mi cabeza, Shinichiro y Wakasa son los últimos que me abrazan. No dejan de felicitarme por mi título, de decirme que me extrañaron mucho y de felicitarme por mis niños quienes están con mamá y Sora mirándome desde lejos y cada que los miro me saludan moviendo sus manitas contentos.

—Son unos niños muy bien portados y hermosos. Felicidades solecito.— Wakasa vuelve a abrazarme y besa mi frente.

No puedo evitar mis lágrimas y las seco con un pañuelo que me guardó Nico en el bolsillo de la falda.

—Falto yo.— Kazutora llega a mi lado con los tres niños a su lado. —¿Verdad que falto yo?— le pregunta a los niños.

—Chi, falta papá.— contesta Ami y no puedo ignorar las mejillas sonrojadas de Kazutora.

Es la primera vez que uno de los niños le dice papá.

—¿Solo un abrazo?— les pregunto a los niños.

—Si quieres agregarle un beso pues no me molesta.— contesta Kazutora indiferente como si no supiera que se muere por un beso mío.

—No quiero.— contesto.

—¡Ya besálo!— gritan varios, incluidos Nico y mi papá, y miro a los niños que están a un lado quienes asienten con una sonrisa en los labios.

Siento la mirada de todos en mí y si me ponen nerviosa pero lo que haré a continuación no es por la presión que siento si no porque me muero por besarlo.

Rodeo sus hombros y él mi cintura pegándome más a él.

—Esto es como una tregua asi que disfrútalo.— le susurro parándome de puntillas. Está muy alto y ni de puntillas llego.

—Por supuesto que lo haré.— rozo nuestros labios.

—Controla tus manos que hay niños presentes.— le advierto antes de besarlo y me corresponde de inmediato y todos comienzan a gritar, hasta los niños celebran.

Extrañaba su lengua jugar con la mía, sus manos que intentan bajar pero las detiene y solo acaricia mi cintura pegándome más a él y mi mano en su nuca enredando mis dedos en su cabello.

Si, lo extrañaba pero quiero seguir provocandolo porque luego me besa bien bonito.

Nos separamos del beso con un beso corto, me abraza y yo a él.

—¿Y dices que no me amas?— susurra en mi oído y me acerco a su oído para susurrarle.

—Al principio no te amaba y te besaba igual y mejor ni menciono lo que hacíamos sin ser nada.— ríe y nos separamos. Se aprovecha y me roba un beso corto sonrojandome y odio su sonrisa burlona.