Capítulo 5: Admirable.

39 9 0
                                    

📅Viernes 30 de Julio del 2032.📅

Narra Kazutora:

Varios días han pasado y en estos días me la he pasado en casa de la señora Eli pues ahí están mis hijos, por el momento, ya que Rubí trabaja todo el día y la vemos poco, algunos días los llevo al trabajo para que no puedan pensar tanto en la ausencia de Rubí, si Rubí si va a verlos en cuanto tiene un tiempo y juega con ellos y los mima; según Nicolás dijo que cuando vuelve a su departamento sigue trabajando y duerme poco. Lo he notado pero no he dicho nada por los niños.

La tonta aceptó hacer un proyecto grande y además está ayudando en otros proyectos, es por eso que dijo que estaría ocupada toda la semana.

Ya es de noche y voy a verla a su departamento, Nicolás me prestó la copia de las llaves que él tiene y me dijo que soy el único que puede ponerle un alto a su terquedad ya que ni él, ni el señor Hatori o la señora Eli han logrado que descanse siquiera un poco.

Al llegar entro y la encuentro en la sala tirada en el piso, me acerco preocupado y la encuentro durmiendo.

—Dios mío, Rubí.— susurro y beso su mejilla con cuidado de no despertarla. —Tonta.— vaya susto me he llevado, doy un suspiro y miro la netbook que está en la mesa la cual muestra un edificio y cosas que no entiendo pero se que es importante y si lo pierde será un problema.

—Que suerte tienes de que te ame tanto que hasta buscaré la forma de que no tengas que volver a hacer eso.— susurro acariciando su mejilla.

Pienso un poco y llego a la conclusión de llamar al señor Hatori pero primero llevaré a Rubí a la cama; la dejo acostada y vuelvo a la sala donde llamo al padre de Rubí, una videollamada, quien me contesta preocupado y le explico sobre el asunto, me explica lo que debo de hacer y todo con tal de que no se pierda nada de lo que ha hecho Rubí, lo guardo con éxito y apago la netbook para ponerla a cargar, los planos de la mesa no los toco por las dudas y solo vuelvo a la habitación para verla dormir sentándome a un lado de la cama. 

Está tonta, es una terca y todo pero a pesar de que la quiero regañar primero la amo y es por eso que busqué la forma de arreglar todo con tal de que no tenga que hacer todo lo que hizo en la netbook otra vez porque se que es importante para ella por su trabajo.

A pesar de lo terca y el mal que se hace al trabajar sin descansar debo de admitir que es admirable lo que hace, hablo del como puede hacer todos esos planos y cosas.

A los minutos despierta asustada levantándose de la cama y logro atraparla antes de que salga de la habitación.

—¿A dónde crees que vas?— pregunto sin soltarla.

—¿Kazutora?— pregunta volteando a verme. —¿Qué haces aquí?—

—¿Cómo que qué hago aquí? Pues cuidar de una tonta que cree que trabajar como lo hace está bien.— me mira molesta e intenta hacer que la suelte pero no lo permito.

—Tengo que guardar unas cosas de la netbook o perderé todo lo-.—

—Ya lo hice, está bien guardado.— la interrumpo y me mira sorprendida. —Tu papá me ayudó, todo está bien guardado tranquila.— deja de forcejear y apoya su cabeza en mi pecho.

—Gracias.— susurra y solo acaricio su cabeza.

—¿Ya has cenado?— niega abrazándome y beso su cabeza. —Te prepararé algo para que comas.— asiente pero no me suelta.

—¿Cómo están mis hijos?— pregunta en un susurro. Hoy no ha ido en todo el día.

—Están bien, te extrañaron mucho hoy.— se aferra a mí y se el porqué.

Esta Vez Para Siempre - Kazutora Hanemiya Donde viven las historias. Descúbrelo ahora