En el sofá aterciopeladoveo como los sueños se volvieron cenizas silenciosamente. Miró una película local. La razón para reírse está viéndose en pantalla.
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Ochako a veces no entendía porque Ai tenía tantas cosas, era la cuarta maleta, Bakugo llevaba 6 cajas empacadas y aún quedaba mucho —¿Nos llevaremos todo?
El rubio asintió con la cabeza, no quería que ella tuviera que regresar a buscar algo.
Suspiro derrotada —Llevaré las cosas al auto, continúa— utilizó su don para cargar todo lo que se encontraba empaquetado.
Siguió con la tarea hasta que dentro de la recámara no quedo nada, el armario ahora se veía vacío a excepción por dos cajas, una blanca con un moño plateado y una de color rosa.
Se apresuró a tomar la caja blanca y al leer la nota superior se percató de que el contenido era innecesario, no podía solamente llevarle el vestido de novia y provocarle un nuevo llanto. Decidió devolver la caja a su sitio, si alguien debía quedarse con el trago amargo, ese era Shoto Todoroki.
Esta vez recogió la caja de color rosa pero al hacerlo el peso del contenido hizo que se rompiera de la parte inferior regando las cosas en el suelo.
Ochako se paró en el marco de la puerta al ver la caja destrozada —¿S-Solo queda esto?— tartamudeo.
—Si.
Lo miró de reojo, ya sabía lo que su amiga guardaba la caja y le apenaba un poco que el rubio se enterara de los secretos que con tanto recelo guardaba del resto.
—¿Qué?— cuestionó al ver que la cara redonda vaciló.
—N-nada— se apresuró para levantar los objetos pero cuando sintió los ojos rojizos mirando un escalofrío la recorrió ¿Realmente era necesario que se le quedara viendo a las cosas de ese modo?
—¿Qué es eso?— parpadeó varias veces ¿Veía bien?
Las mejillas se pusieron rojas—¡No te metas!, son cosas de Ai— era vergonzoso que mirara algo tan privado.
Se acercó a la castaña tomando una pequeña caja de color plateado que permanecía en el suelo junto a ella —No sabía que ella fumaba...
Ochako bajó la vista a las fundas del consolador y vibrador que también estaban en suelo ¿Eso sí se lo esperaba? ¿Será que el estuche logró ser discreto? Los recogió metiéndolos resta vez a una caja nueva.
Se mordió la parte interior de la mejilla—Tampoco sabía que ese idiota no la dejaba satisfecha...— murmuró para sí mismo, se pasó una mano por el cabello desordenado, la caja contenía cosas muy personales, un pequeño cachorro de felpa, varias fotografías, los cigarros, el encendedor, cosas para darse placer, botellas de vino vacías y benzodiacepinas. Lo último fue lo único que de echó le importó ¿Ai estaba bien? ¿Por qué tomaba pastillas? ¿Por qué bebía en el armario?
