Amar demasiado es todo lo que siempre he hecho... Pero estoy cansado de ver, que alguien más te tiene entre sus brazos.
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Levantó la cabeza, se sentía algo mareada y la mayoría de sus amigos se veían claramente en estado inconveniente. Soltó un suspiro, quería irse a casa, ponerse cómoda y dormir.
—Ai— Shinso la miró de reojo —¿Podríamos hablar a solas?
Ichinose separó sus labios para responder pero se trabó, no quería negarse aunque aceptar tampoco le resultaba buena idea, no se sentía bien para mantener una conversación pues su cerebro no iba a la misma velocidad que su cuerpo.
—Ella está ocupada, maldito pedazo de mierda— Respondió Bakugo sin quitar la vista de su bebida ¿Podía al menos ser más discreto? ¿Por qué ese idiota la miraba con esos ojos lastimeros?
—¿Con qué?— frunció el ceño, ya sabía que se encontraba ebria y era la oportunidad perfecta para decirle todo lo que pensaba.
—Conmigo— la tomó del hombro haciendo que se girara hacia él, ese tipo lo irritaba —¿Verdad?
Entendió que le daba una salida, ella podía decir que sí y beber con él o negarse e ir con Shinso —Si— se sintió un poco mareada cuando Bakugo la giró así que se sujeto de la pierna del rubio haciendo que sin querer se le tiñeran las mejillas de rojo.
El rostro de Bakugo también se volvió de un tono carmesí —Carajo, idiota ¿No puedes controlarte?— Colocó su mano en el hombro de Ai para evitar que cayera.
—Creo que estoy ebria— admitió, los ojos se le cerraban y al mismo tiempo sentía la cabeza dándole vueltas —Tengo mucho sueño— inconscientemente dejó caer su cabeza hasta toparse con el hombro del rubio.
La rodeó con su brazo para que estuviera en una posición más cómoda, Shinso no era el único que se dio cuenta que ella no coordinaba bien sus acciones o sus palabras, Sero no dejaba de verle los senos y más de cinco hijos de puta no le quitaban los ojos de encima esperando una buena oportunidad —¿Está bien si te sujetó?— si estaba con él ni de broma alguien se iba atrever ni a mirarla.
Asintió moviendo una de sus manos al pecho de Bakugo mientras que con la otra le seguía apretando la pierna —La verdad, solo confío en ti... así que llévame a donde sea que vayas y no me dejes sola.
—Entiendo— no supo si sentirse ofendido o alagado... de algún modo le resultaba molesto ¿Cuán inofensivo pensaba que era? ¿De verdad era tan ingenua para pensar que no se moría de ganas por hacer lo mismo que esos imbéciles?
—Ustedes dos se ven geniales juntos— Ochako tomó su teléfono para sacarles una fotografía en esa posición —¿Lo ven?— mostró la foto aunque solo Bakugo la pudo ver pues Ai tenía los ojos cerrados.
