Capítulo 14: Descubriendo el deseo

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Es 5-8 el que cede primero, inclinándose lentamente hacia ella. Hyun-min siente su respiración, caliente y entrecortada, mientras él se acerca cada vez más. Sus labios rozan los de ella con una suavidad inesperada, enviando una descarga eléctrica a través de ambos cuerpos.

El primer contacto es tentativo, casi como si ambos probaran las aguas. Pero en cuestión de segundos, la suavidad se convierte en algo más profundo y apasionado. El beso se intensifica y Minnie responde con igual fervor, entregándose completamente al momento.

Sus labios se mueven juntos en una danza sensual, explorándose mutuamente con una mezcla de urgencia y delicadeza. La chica siente el sabor de él, la firmeza de su boca, y cada segundo se siente más embriagador que el anterior.

El beso es como una chispa que enciende una hoguera. La mente de Hyun-min se vacía de todo pensamiento racional, dejándose llevar por las emociones que se despiertan en ella. Sus bocas se entrelazan, sus respiraciones se mezclan y el mundo exterior desaparece, dejándolos a ambos perdidos en la conexión que han encontrado. La chica siente las manos de 5-8 bajar con lentitud hasta su espalda, acercándola más, y su propio cuerpo responde con una intensidad que nunca ha experimentado.

Para 5-8, es una revelación. Sus manos recorren la espalda de Hyun-min, mientras su lengua explora con deseo. Siente como si todas las dudas y miedos se disiparan, dejando solo una claridad pura y una necesidad incontrolable de estar más cerca de ella.

Cuando finalmente se separan, sus respiraciones son pesadas y sus ojos se abren lentamente, compartiendo una mirada que dice más de lo que cualquier palabra podría expresar. Ambos saben que ese momento ha cambiado algo dentro de ellos, uniendo sus corazones de una manera que solo el primer beso puede lograr.

La distancia entre sus rostros se va acortando de nuevo, hasta que finalmente sus labios se encuentran en un segundo beso que es todo menos suave. Es un choque de emociones y un intercambio de sus deseos más profundos, lleno de sentimientos reprimidos.

Mientras el beso continúa, Hyun-min lleva sus manos al cuello de 5-8, atrayéndolo aún más cerca, como si quisiera fundirse en él. Sus dedos se enredan en el cabello del repartidor, dejándose llevar por el torbellino de sensaciones. 5-8 guía sus manos por el cuerpo de la chica, recorriendo cada curva con una devoción casi reverente.

El aire entre ellos se calienta, cargado de una energía eléctrica. Los besos se vuelven más urgentes, sus bocas explorándose con una necesidad que crece con cada segundo. 5-8 la acaricia con una mezcla de ternura y pasión, con sus manos aventurándose bajo la blusa, sintiendo la suavidad de su piel. Hyun-min gime suavemente contra sus labios, el sonido llenando la habitación y encendiendo aún más el deseo del repartidor, que comienza a sentir un bulto bajo el pantalón.

Sus miradas se encuentran y, con una comunicación silenciosa, la ropa comienza a caer al suelo. Sus cuerpos se mueven en perfecta armonía, cada gesto lleno de significado y amor.

-No tenemos cómo protegernos -dice Minnie en un tono bajo.

-Hay otras formas de disfrutar -responde 5-8, dejando pequeños besos por el cuello, vientre y muslos de la chica.

Cuando la lengua del chico toca la intimidad de Hyun-min, la habitación se llena de gemidos suaves. Los movimientos de 5-8 se vuelven más rítmicos, con ambos cuerpos conectando en una sincronía perfecta que habla de la profunda conexión entre ellos.

En este momento, el mundo exterior deja de existir. Solo están ellos, perdidos en su propia burbuja de deseo y cariño. El tiempo parece detenerse mientras la intensidad de sus movimientos alcanza su clímax. La habitación se llena con los ecos de sus suspiros y gemidos, una sinfonía de pasión compartida. Finalmente, con un último suspiro profundo, ambos se dejan caer en una paz exhausta, sus cuerpos aún entrelazados.

Hyun-min yace en la cama, satisfecha y feliz, su pecho subiendo y bajando lentamente mientras recupera el aliento. Una sonrisa de pura satisfacción se dibuja en sus labios, sus ojos cerrados mientras disfruta del momento. 5-8 la envuelve en sus brazos, atrayéndola hacia sí con una ternura irreconocible. La abraza fuerte, pero con suavidad, como si temiera que soltarla pudiera hacer desaparecer este momento perfecto. Minnie apoya su cabeza en el pecho de él, escuchando el ritmo constante de su corazón. Ese sonido la reconforta, llenándola de una calidez que va más allá del simple contacto físico.

-¿Estás bien? -pregunta 5-8, su voz cargada con una ligera preocupación-. ¿Ha estado bien?

La chica levanta la vista y encuentra sus ojos, una chispa de felicidad en su mirada. -Sí, ha sido increíble -responde suavemente, sus dedos trazando círculos perezosos en el pecho del repartidor.

Los dos se quedan en silencio, disfrutando de la cercanía y el calor del otro. Después de un rato, 5-8 se levanta suavemente, dejando a Hyun-min en la cama, observándolo mientras se dirige al baño. Vuelve con una toalla húmeda y tibia en la mano y, con una dulzura infinita, comienza a limpiarla, asegurándose de que no quede ningún resto de suciedad. Cada caricia es un recordatorio de su cuidado y atención. Minnie se siente amada y protegida, cada toque suave de la toalla un gesto de amor puro.

-Gracias -murmura con ojos llenos de gratitud mientras 5-8 continúa con su tarea, sus movimientos gentiles y considerados.

-No hay que agradecerme -él la mira y sonríe-. Quiero asegurarme de que estés cómoda.

Cuando termina, se deshace de la toalla y vuelve a la cama, acurrucándose junto a Hyun-min.

De repente, alguien llama a la puerta, interrumpiendo el momento y rompiendo la burbuja de intimidad y dulzura que los había envuelto. Ambos se sobresaltan, apartándose rápidamente mientras tratan de recomponerse, vistiéndose a una velocidad récord.

-¿Puedo pasar? -la voz desde el otro lado de la puerta es la de la repartidora ya conocida por Minnie, por lo que se dirige a la entrada y la deja pasar-. Venía para presentarme como nueva mentora.

-¿Nueva mentora? -Hyun-min mira a 5-8 con confusión-. ¿En qué momento ha pasado? ¿Ya no quieres ser mi mentor?

-No puedo entrar en detalles -dice en un tono suave, distinto al que los repartidores estaban acostumbrados a escuchar en él-. Pero necesito que sepas algo -mira a la chica a los ojos-. Aunque no pueda estar a tu lado como mentor, estaré allí en la ronda final viéndote ganar.

-¿Me lo prometes? -ella acerca la mano con un dedo alzado y, tras una leve risa, 5-8 hace lo mismo y hacen la promesa del meñique.

-Te lo prometo.

Hyun-min siente una mezcla de alivio y tristeza. Da unos pasos hacia él, con sus dedos aún entrelazados. -Voy a ganar -habla con determinación.

-Lo sé.

Y con estas últimas palabras, 5-8 abandona la habitación.

Novata [Black Knight]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora