Hyun-min llega a su nuevo y provisional hogar, agotada y emocionalmente devastada. Antes de que pueda procesar sus propios pensamientos, su hermano y tres amigos la rodean, bombardeándola con preguntas.
–¿Cómo te fue? ¿Estás bien? –pregunta Sa-wol con sus ojos llenos de preocupación.
–¿Qué pasó? ¿Por qué no te vemos celebrando? –añade uno de los amigos.
La chica siente que la presión de sus emociones reprimidas finalmente encuentra una salida. Las lágrimas comienzan a brotar de sus ojos, y antes de que pueda contenerse, se echa a llorar, sollozando profundamente. Los otros, desconcertados y preocupados, se quedan en silencio, sin saber cómo consolarla.
Al día siguiente, después de una noche de insistencia y preocupación por parte de su hermano, Hyun-min sube a la azotea. La brisa matutina acaricia su rostro mientras contempla el horizonte, buscando claridad y un respiro en medio de la tormenta emocional que ha estado atravesando. La noche anterior había sido difícil. Su hermano no había dejado de insistir en que hablara, en que no se encerrara en su dolor. Ahora, en la calma de la mañana, ella reflexiona sobre sus palabras. Se siente un poco más tranquila, aunque la frustración y el dolor todavía están presentes. Sus pensamientos vuelven a la carrera, a la descalificación y a su deseo de hacer algo significativo con su vida.
El sonido de pasos la saca de su ciclo vicioso de autotortura. Su hermano aparece en la entrada de la azotea, su rostro mostrando una mezcla de alivio y persistente preocupación. Se acerca a ella y se sienta a su lado en silencio, permitiendo que la brisa fresca los envuelva a ambos.
–Solo quería ayudarla, no quería quedar descalificada por eso –dice con un suspiro triste–. Y tampoco quería decepcionarte.
Su hermano se sorprende por un momento y luego le pone una mano en el hombro. –Hyun-min, nunca podrías decepcionarme –le da una leve sonrisa–. Estoy increíblemente orgulloso de ti. No por ganar o perder, sino por la persona que eres –esto hace sonreír a la chica–. Tu coraje, tu compasión... esas son las cosas que realmente importan.
Ella siente que sus ojos se llenan de lágrimas nuevamente, pero esta vez son de un tipo diferente. –Gracias, en serio –lo abraza–. Gracias por siempre estar para mí.
–Al contrario –responde Sa-wol–. Tú siempre has estado ahí para mí –la mira a los ojos–. ¿Recuerdas todas las veces que te aseguraste de que no me faltara nada cuando estábamos solos? –ella asiente–. Cargaste con el peso de la responsabilidad siendo mi hermana, pero también cómo lo haría una madre.
Hyun-min siente una oleada de gratitud y amor hacia su hermano. –Te quiero –murmura contra su hombro, su voz llena de emoción.
–Yo también te quiero.
Mientras ambos hermanos se abrazan en la azotea, la paz es interrumpida por el sonido de un motor a lo lejos. Se giran para ver un coche conduciendo hacia el edificio donde se encuentran. El vehículo es claramente identificable: es el coche del Grupo Cheonmyeong.
–Será mejor que bajes y veas qué quieren –sugiere su hermano, colocando una mano reconfortante en su hombro.
Baja, sale sola, dejando a su hermano en el interior del edificio, y se dirige hacia la entrada. Su mente está llena de preguntas e incertidumbre sobre la razón de esta visita inesperada.
–Ha habido un incidente con la participante que quedó en segundo lugar en la última prueba –explica el hombre frente a ella–. Se ha fracturado el brazo y no podrá participar en la final.
Hyun-min siente un nudo formarse en su estómago. –¿Eso significa que...?
–Eso significa que tú eres la siguiente en la lista para competir en la final –continúa–. Según las reglas, el siguiente participante en la clasificación tiene derecho a ocupar su lugar.
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Novata [Black Knight]
FanfictionEn un mundo devastado por un apocalipsis, Yoon Hyun-min ha aprendido a vivir, o más bien a sobrevivir, en medio del caos y la desesperanza. La humanidad lucha por adaptarse a un entorno hostil y desolado, donde los recursos son escasos y la segurida...