Novata [Black Knight]

Capítulo 10: Segunda ronda

Después de un día desde la intensa primera ronda del torneo, Hyun-min logra asegurarse de que su hermano está bien y a salvo junto a sus tres amigos, que lo cuidan como a uno más de la familia debido al tiempo que llevaban juntos.

Con el corazón un poco más ligero, decide reunirse con 5-8 para darle la noticia de que ha sido una de las vencedoras. La emoción aún la embarga mientras recorre los pasillos hasta llegar al ring de boxeo, recordando los momentos de tensión y la adrenalina que sintió durante la prueba. Su mente está llena de pensamientos sobre cómo compartir lo sucedido cuando se encuentra junto al repartidor. Antes de que pueda decir una palabra, ella lo abraza con fuerza, incapaz de contener su alegría y alivio.

–¡Lo logré! ¡Soy una de las vencedoras de la primera ronda! –exclama Hyun-min con entusiasmo.

Mientras lo abraza, siente como el cuerpo del chico se tensa ante el contacto inesperado. La reacción la toma por sorpresa y, por unos segundos, se pregunta si ha sido demasiado efusiva.

–Eso está bien –habla 5-8, relajando sus músculos ligeramente–. Pero, ¿sabes conducir?

La chica se separa, mirándolo con confusión. –Conducir... ¿Te refieres a un coche? –él asiente y ella no puede evitar pensar en la última vez que montó en bicicleta cuando era pequeña–. No, la verdad es que no. La última vez que monté en algo con ruedas fue una bicicleta, y eso pasó hace muchos años –suelta un suspiro–. Es mi hermano el que suele conducir.

–Déjame mostrarte algo.

Salen del edificio y se dirigen a un pequeño rincón donde hay un coche un poco destartalado. Él se sube al asiento del conductor y la invita a sentarse a su lado. Arranca el coche y comienza a conducir, mostrando su rostro concentrado mientras maneja el volante con destreza, derrapando con una técnica perfecta que deja a la chica impresionada.

–Necesito que me enseñes a conducir así –comenta aún con el corazón acelerado debido a la adrenalina.

–Tienes poco tiempo para aprender –le avisa 5-8, recordándole que la siguiente ronda era en un par de días.

Durante los dos siguientes días, el repartidor se dedica a enseñarle a Hyun-min todo lo básico sobre la conducción. Desde que termina su trabajo como repartidor hasta que debe volver, practican en el mismo coche destartalado que utilizó para la demostración.

El primer día empiezan con lo más elemental: cómo arrancar el coche, manejar el volante y utilizar los pedales. La chica presta atención a cada palabra y movimiento de 5-8, absorbiendo la información rápidamente. Al principio, sus movimientos son torpes y dudosos, pero su determinación y concentración son evidentes.

–Es como aprender a montar en bicicleta, solo que mucho más complicado –bromea la joven Yoon, intentando aligerar la atmósfera mientras aprieta el embrague y cambia de marcha por primera vez.

Al final del primer día, ella ya ha logrado conducir en línea recta, girar y estacionar sin demasiado problemas.

El segundo día se enfocan en técnicas más avanzadas: derrapes controlados, frenado de emergencia y maniobras evasivas. A medida que practican, Hyun-min demuestra una habilidad natural para comprender y ejecutar las instrucciones. Su confianza crece con cada vuelta que dan por el edificio abandonado.

Durante una de las sesiones, 5-8 le enseña cómo hacer un giro en U a alta velocidad. Ella ejecuta la maniobra con precisión, el coche derrapa suavemente mientras mantiene el control total.

Mientras practican, el chico no puede evitar notar la rapidez con la que ella capta cada detalle, su capacidad para adaptarse y mejorar con cada intento.