Another of my pets

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Para mi asombro, Han volvió en una sola pieza y corrí hacia él para ver si tenía algún rasguño.

-¿Estás bien? -pregunté buscando en su cuerpo.

-Eso fue lo más increíble que he experimentado -dijo mientras respiraba lentamente, como si tratara de dejar que su respiración se recuperara.

-Te lo dije, príncipe -dijo Minho mientras caminaba alrededor del auto y le pasaba el brazo por la cintura.

-Fuiste tan rápido, estaba tan preocupado.

-Deberías haberte preocupado, me refiero a que aunque Minho conduce, él siempre llega segundo -me alarmó la voz del extraño que venía detrás de Minho; también tenía acento marcado y me puse un poco rígido cuando los demás se rieron.

Me di la vuelta para encontrarme con el hombre alto de cabello oscuro; me preguntaba dónde estaba su amiga.

-Lo que sea, hermano, algún día te alcanzaré -dijo Minho.

Me volví hacia Minho; sentí como si el hombre que ni siquiera conocía detrás de mí fuera un tiburón o algún tipo de cosa peligrosa que podría matarme si me movía un poco.

-Entonces, ¿vas a presentarme a tus chicos nuevos? -Las palabras del extraño me molestaron.

-No somos sus chicos -le dije, dándome la vuelta y alejándome de él.

-Bueno, él no lo es, pero Han sí -Minho le sonrió y Han se sonrojó ante sus palabras, que debieron sonar dulces para él.

-Ok entonces, ¿quién es el otro? -Me miró y sonrió.

-No es de tu incu...

Fui interrumpido por Han.

-Felix.

Suspiré, esta es la segunda vez hoy que dice mi nombre a completos extraños; también podría decirles dónde vivo.

-Encantado de conocerlos a ambos -dijo mirándome y yo le devolví la mirada, al principio con enojo pero luego mis ojos se calmaron y solo estaba mirando-. Soy Hyunjin.

Aparté la mirada de él y de la chica japonesa sentada en el capó del coche de Hyunjin y el siguió mi mirada.

-¿Eres muy hetero o algo así?

-No -resoplé-. Pero eso no sería asunto tuyo.

-Todo es mi asunto, bebé.

-Pfft -sentí una mano en mi hombro y volteé para ver la mano de Minho. Él me miró fijamente en una forma de advertencia y sacudió la cabeza como diciendo que no hiciera enojar a Hyunjin.

-Estos dos son nuevos aquí -dijo Minho para que me callara, casi como si supiera que iba a romper lo que yo estaba a punto de decir-. Acaban de llegar hoy, me dijo Han.

-Oh, en serio, ¿te gusta hasta ahora? -preguntó Hyunjin, todavía mirándome. Realmente estaba empezando a enfadarme.

-Oh, sí, ustedes son conductores increíbles, solo podía soñar con este tipo de cosas, quiero decir, me enteré de ustedes por un amigo y supe que tenía que conocerlos a todos -los ojos de Hyunjin me dejaron cuando Han comenzó a hablar y yo tomé una bocanada de aire necesaria.

-Bueno, puedes conducir conmigo cuando quieras, príncipe -dijo Minho con una sonrisa y fue entonces cuando me di cuenta de su mano frotando lentamente la piel expuesta por la cadera de Han. ¿Qué hicieron exactamente en ese auto?

-¿Y tú, sientes la necesidad de velocidad? -preguntó Hyunjin, aplaudiendo y frotándose las manos.

-Nunca lo he hecho, nunca lo haré -dije, lo cual era una especie de mentira. No me preocupaban los autos, siempre quise acelerar, tomar esquinas, patinar y simplemente soltarme; era como una forma de escape.

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