Era guapo, conducía un coche sexy y siempre tenía una chica del brazo. Parecía el hombre ideal, pero era todo lo contrario. Mi nombre es Felix, y soy uno de esas chicas. No estoy aquí por voluntad propia, me obligaron a ser su "mascota". Le gustaba...
-Déjame en paz -gemí cuando sentí que Han tiraba de mi manta.
Un repentino estallido de frío golpeó mis piernas y me hice un ovillo-. Levántate, holgazán, son las cuatro de la tarde.
Mi mano vagó por el colchón en busca de la manta-. Bueno, tal vez si no me mantuvieras despierto toda la noche con tus emociones, no estaría durmiendo todo el día. Ahora dame la manta.
-No, Felix, tienes que levantarte. Llamé a Minho y quiere que lo veamos de nuevo esta noche.
-¡Tú, él quiere que vayas a verlo de nuevo esta noche!
-Bueno, sí, pero preguntó por los dos.
-¿Por qué yo? Yo era un completo aguafiestas -dije, ahora sentándome un poco y frotándome los ojos. Me concentré en Han, que también estaba en pijama, y me reí-. Tú también dormiste.
-Pero no tanto como tú, me levanté hace media hora.
-... y lo primero que hiciste fue llamar a Minho -dije con una cursi sonrisa que se convirtió en una cara de disgusto, haciéndolo reír.
-¿Entonces estás viniendo?
-Hmmm... no -volví a acostarme y me tapé con la manta.
-Oh, vamos, ¿en serio me vas a dejar salir solo?
Me rascó el punto débil, sabía que me preocuparía si se iba, pero a veces se me daba muy bien ser terco-. Puedes ir para allá solo. Si te asesina uno de los perdedores, no me vengas a llorar porque todo lo que diría es que te lo dije.
Se quedó en silencio y lo miré para verlo haciendo un puchero-. La cara triste no funcionará -dije cerrando los ojos y acurrucándome en mi almohada.
-Bien -dijo derrotado, pateando mi puerta al salir.
-Eso estaba cerrado -llamé.
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Ahora eran las 9:03 pm y estaba sentado en el sofá viendo la televisión con mi taza de café. Por ahora, eso haría. Por lo general, me siento bastante cansado, pero hoy dormí demasiado y estaba muy preocupado para estar cansado. Han en realidad se fue, tenía la sensación de que no se iría porque estaba demasiado asustado para ir solo, pero no, se fue, salió por esa puerta muy rápido.
Tomé otro sorbo de mi café, ¿por qué tenía que enojarme tanto? No hay forma de que duerma nada esta noche porque estaré preocupándome por él todo el rato. Miré la hora y suspiré, agravado por lo lento que pasaba el tiempo. Sé que no estará en casa hasta temprano en la mañana, así que no hay forma de que pueda mantenerme ocupado con la televisión todo ese tiempo si lo espero despierto, y no puedo dormir, así que definitivamente estaré despierto, lo que me hará aburrirme.
-¡Estúpido Han! -gemí mientras me levantaba del sofá y ponía la taza de café en la mesa a mi lado. Corrí a mi habitación y me vestí antes de agarrar mis llaves y salir por la puerta.
