Red Corsa

I like it when you fight back.

Advertencia de activación: Este capitulo contiene temas maduros y oscuros. Recomiendo saltarlo o léalo bajo su propio riesgo.

————————

Estuve en silencio todo el tiempo en el auto, no me atrevía a hablar, estaba demasiado ocupado ahogándome en el miedo. Hyunjin solo me habló unas pocas veces.

—Será mejor que te portes bien esta noche —dijo lo mismo unas tres veces en el camino.

El auto se detuvo y bajé viendo la gran multitud, mis mejillas estaban sonrojadas bajo la luz. Estaba parado en la puerta, mirando fijamente mientras los otros autos se detenían. Vi a los chicos salir y me dirigí a un pequeño lugar escondido cuando Hyunjin me agarró de los brazos y me atrajo hacia sus brazos, presionando sus labios contra los míos. Me puse tenso, mi cuerpo preparándose para pelear, pero me quedé flácido en sus brazos, sin querer pelear más. Hyunjin cerró los ojos y me besó con tanta fuerza que mi cabeza estaba empezando a sentirse un poco mareada.

Su brazo estaba alrededor de mi cintura mientras el otro descansaba suavemente contra mi cara, presionando mi piel. Me soltó y lentamente abrió los ojos, mirándome. Aparté mis ojos de los suyos y él dejó caer su brazo de alrededor de mi cintura, suspirando en silencio antes de alejarse de mí.

—¡Felix! —Han llamó mientras corría.

Quería girar rápidamente y correr, pero sabía que simplemente me perseguiría. Me giré hacia él, sin siquiera molestarme en sonreír.

—Oye, ¿cómo te sientes? —preguntó, poniendo su brazo alrededor de mi hombro.

—Bien —respondí.

Hubo silencio por un momento, como si Han estuviera esperando que continuara, pero no tenía nada más que decir. Él suspiró.

—¿Qué pasa, Felix?

Me quedé allí.

—Nada —mis ojos hacia el suelo.

Han nuevamente suspiró.

—Mira, sé que algo anda mal, he sido tu mejor amigo por no sé, ¿años?

—Nada está mal, Han, solo estoy haciendo lo que me dicen —dije, mi voz sonaba sin emoción alguna.

—Y así es como sé que algo está mal, nunca haces lo que te dicen.

Me estaba abrumando ahora. Él no dejaba de preguntarme qué estaba mal y estaba acumulando todas las emociones en mi interior, haciéndolas intentar explotar.

—Entonces dime qué pasa —dijo.

Miré a Hyunjin, que estaba entre la multitud hablando con la gente, miré hacia su auto y al asiento trasero donde sucedió todo, luego me volví hacia Han y rompí a llorar. Le di la espalda y comencé a caminar hacia mi pequeño lugar tranquilo.

—¡Felix! —Han llamó mientras me perseguía.

Las lágrimas estaban fuera de control, no podía evitar que salieran a borbotones. Corrí hacia el pequeño espacio entre los edificios. Golpeé mi puño contra la pared y apoyé mi cabeza en ella. Dejé escapar un fuerte grito, rascando mis dedos por mi nuca. Los brazos de Han me rodearon de repente y jadeé por aire de todo el llanto. Estaba temblando ahora, mi cuerpo se sacudía de un lado a otro, a Han le resultaba difícil mantenerme quieto.

—Sshh, está bien —dijo el mayor, él mismo comenzó a llorar—. Va a estar bien.

Cerré los ojos y continué apoyándome contra la pared.

—¿Cómo va a estar bien? —me atraganté—. No puedes retractarte de lo que hizo, no puedes cambiarlo —lloré.

—¿Qué hizo? — Han lloró mientras acariciaba mi cabello.