En el comedor se reagruparon por casas, con lo cual Seamus ocupó su sitio entre Neville y Dean, quien aprovechó la cercanía para rodearle un instante los hombros con su brazo y apretarlo contra sí. Ese gesto bastó para que otro pequeño peso saliera volando como por arte de magia.
McGonagall daba instrucciones sobre cómo se produciría la evacuación, cuando Ernie se levantó de la mesa de Hufflepuff y gritó:
"¿Y si queremos quedarnos y pelear?"
Unos cuantos aplaudieron. Seamus se puso también en pie y gritó emocionado:
"¡Ese es mi Ernie!"
McGonagall respondió que los mayores de edad podían quedarse, y la gente comenzó a freírla a preguntas. Seamus se sentó de nuevo, satisfecho.
"Cuidado, Finnigan, no vayas a mojar las bragas," susurró Dean, tan cerca de su oreja y de una forma tan deliberadamente sensual, que le produjo un escalofrío de placer.
Un momento: ¡Eso que acababa de escuchar eran celos! ¿De repente Dean estaba celoso de Ernie? ¿De la misma forma que Seamus estaba celoso de Luna?
"Tranquilo, Dean, es que Ernie y Seamus ahora son hermanos de armas," explicó Neville en otro susurro más mundano, siempre cerca en sus momentos íntimos, por desgracia para él mismo. Aunque en esta ocasión era parte interesada.
"Dirás compañeros de armas," respondió Dean.
"No, no, hermanos. Ernie mencionó algo de una canción muggle," explicó Neville.
"Oh, demonios, seguro que la de los Dire Straits. Mi padrastro es muy fan y a menudo nos martiriza en casa con sus grandes éxitos."
"Sí, eso es lo que hacía precisamente el novio de Ernie en Hufflepuff," intervino Seamus, remarcando deliberadamente la palabra novio. "Con la diferencia de que los Hufflepuffs pasaban en su casa de Hogwarts más tiempo que tú en la de tu padrastro para sufrir las consecuencias."
"Espera, espera, espera. ¿¡Macmillan tiene novio!?"
"Justin Finch-Fletchley."
Dean se quedó con la boca abierta.
"Hijo de muggles, ya sabes, imán de basiliscos petrificadores," continuó Seamus.
"Sí, lo conozco. Estaba en el ED."
Por culpa de los contagiosos prejuicios de su madre, Seamus sólo había asistido a dos reuniones del ED: La primera en el Cabeza de Puerco, en la que renegó de Harry y sus "patrañas"; y la última de todas, justo la que liquidó al ED al ser pillados por Umbridge y su Brigada Inquisitorial.
La rebeldía adolescente le había llegado tarde, pero al menos llegó justo a tiempo para plantarle cara a su madre en sexto y poder quedarse con Dean hasta terminar el funeral de Dumbledore. Y en séptimo se había dejado contagiar completamente por el lado más rebelde de Neville.
Por suerte, los lazos entre los miembros del ED se habían mantenido vivos hasta ese día, y la comunicación a través del galeón falso de Neville había traído de vuelta a Luna, y con ella a Dean; y a Ginny, y con ella a los alumnos ya graduados y a la famosa Orden del Fénix.
Justin, sin embargo, no podía haberse enterado del regreso de Harry, porque Ernie se había asegurado de quitarle su galeón falso para dejarle completamente fuera de juego, y con ello, fuera de peligro.
"Ahora está exiliado en alguna parte del mundo," siguió explicando Seamus. "Pero una vez logró enviarle a Ernie un mensaje a través de la Pottervigilancia."
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¡Hufflepuff resiste!
FanfictionEn 1998, algunos de los mejores soldados del ejército de Dumbledore fueron separados por un delito de sangre que no habían cometido. Unos pocos no tardarían en rebelarse de la prisión en la que estudiaban recluidos; otros, buscados todavía por el go...