En 1998, algunos de los mejores soldados del ejército de Dumbledore fueron separados por un delito de sangre que no habían cometido. Unos pocos no tardarían en rebelarse de la prisión en la que estudiaban recluidos; otros, buscados todavía por el go...
Sexto curso estuvo marcado por la amenaza creciente de la vuelta al terror en el mundo mágico y lleno de tragedias cercanas, como el asesinato de la tía de Susan y de la madre de Hannah. Hannah se marchó en octubre para no volver y Ernie se vio obligado a pasar el curso entero sin su mejor amiga.
Incoscientemente, volvió a refugiarse en la biblioteca. Sumergirse en los estudios y en preparar la materia que luego le enviaría a Hannah para que pudiera seguirles el ritmo desde casa era su forma de superar la ansiedad por la tremebunda injusticia que sentía a su alrededor. Lo peor era que empezaba a temer seriamente por la seguridad de Justin, como hijo de muggles. El trabajo duro le ayudaba a combatir la sensación de impotencia. Quería salir de Hogwarts lo más preparado posible para poder enfrentarse a lo que viniera.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Sin embargo, no se dio cuenta del grave error que estaba cometiendo hasta que el ex capitán y guardián del equipo, Herbert Fleet, les hizo una visita sorpresa poco antes de las vacaciones de Pascua.
Ernie regresaba de la biblioteca y se lo cruzó saliendo de los barriles que daban acceso a la sala común. Fleet estrechó la mano de Ernie con gran afecto y le preguntó por Hannah. Ernie le preguntó por su trabajo en San Mungo, donde trabajaba de aprendiz de enfermero, y qué le había traído a Hogwarts. Fleet le contó que había aprovechado una entrega de suministros médicos para Pomfrey para visitar a sus antiguos compañeros.
Al principio, esto le extrañó mucho a Ernie, ya que sus amigos más cercanos se habían graduado con él. Pero todavía quedaban Cad, Zach y Summerby, que jugaron en el equipo que capitaneó durante su último curso. Fleet parecía tener una debilidad particular por Summerby, a quien había tratado como a un hijo al que atesoraba, para regocijo y burla de sus compañeros.
Fleet también le puso al día con los progresos de Katie Bell, quien estaba ingresada, incosciente, a causa de un collar maldito que había tocado durante su primera visita a Hogsmeade el otoño pasado. Y aprovechó el tema para darle una de esas lecciones de vida que no se olvidan.:
"Ernie, amigo mío, sé que aspiras a ser un estudiante modelo, y en otras circunstancias no te diría nada, porque cada cual debe perseguir sus objetivos. Pero, si quieres un consejo de veterano: no malgastes tanto tiempo en la biblioteca. Cada vez hay más ataques en el mundo mágico, lo vemos día tras día en San Mungo, y resulta descorazonador. Mira lo que le ha ocurrido a Katie Bell, en Hogsmeade, y a Ronald Weasley, dentro del propio colegio. Mira a Hannah. Y a Susan. Mañana podrías ser tú o, con mayor probabilidad, Justin, que es hijo de muggles. Y entonces te darás cuenta de que tanto tiempo hincando los codos no habrá servido para nada. Querrás echar el tiempo atrás para vivir de otra manera."
Ernie agachó la cabeza, tocado, y Fleet continuó:
"No quiero hurgar en heridas cerradas, pero creo que necesitas saberlo. ¿Sabes qué es lo último que eligió hacer Cedric antes de morir? No fue a la biblioteca a repasar conjuros hasta el último momento. Lo que hizo fue encerrarse en los lavabos con Justin. Lo sé porque me tocó buscarle justo antes de la cena previa a la prueba, y los vi salir juntos, relajados y felices. A menudo ese pensamiento me reconforta cuando me invade la rabia por la injusticia de lo que le ocurrió."
