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ᴅɪᴀʀʏ ᴘᴀɢᴇ 18 𝟐𝟒 𝐝𝐞 𝐝𝐢𝐜𝐢𝐞𝐦𝐛𝐫𝐞 𝐝𝐞𝐥 𝟏𝟗𝟕𝟒
Los días pasaron rápidamente y llegó la noche del Baile de Navidad. El Gran Comedor estaba decorado con hermosos adornos, luces mágicas y un árbol de Navidad espectacular. Priscilla estaba en su habitación, ajustándose los últimos detalles de su vestido morado con mucho brillo. Se sentía nerviosa, pero también emocionada.
Antes de bajar al Gran Comedor, Priscilla había tenido una conversación seria con Lily en la Sala Común de Gryffindor.
— ¿Sientes algo por James? — le preguntó Priscilla directamente.
— Claro que no. Eres mi mejor amiga, te considero mi hermana, nunca me pelearía contigo por un chico y menos por el estúpido de Potter — respondió Lily con firmeza.
— En serio lo amo, Lily — dijo Priscilla, con una expresión de enamoramiento en su rostro.
— Lo sé, Pris — suspiró Lily, con comprensión en su voz.
Cuando Priscilla bajó al Gran Comedor, la música y las risas llenaron el aire. Encontró a Evan esperando en la entrada, luciendo un elegante traje negro.
— Estás increíble — dijo Evan con una sonrisa.
— Gracias, Evan. Tú también te ves muy bien — respondió Priscilla, tratando de olvidar sus preocupaciones.
Mientras bailaban, Priscilla observó a su alrededor. James estaba solo, mirando con frustración a Lily, que estaba bailando con Severus. Sirius estaba rodeado de admiradoras, y Peter y Remus estaban conversando cerca de la mesa de bebidas. La presencia de Severus con Lily había puesto a James de mal humor, y esto era evidente para todos.
A pesar del ambiente tenso, Priscilla y Evan disfrutaron de la noche. Bailaron, rieron y compartieron momentos agradables. Priscilla intentó acercarse a los Merodeadores para integrarse más y compartir su felicidad.
— ¿Cómo va su noche, chicos? — preguntó Priscilla acercándose —. Si quieren, pueden venir conmigo y Evan. Él está yendo por un poco de ponche.
James, claramente molesto, respondió de inmediato.
— No queremos estar con Rosier, Priscilla.
Priscilla frunció el ceño, preocupada.
— ¿Qué tienes, James? Eres mi mejor amigo, puedes contarme qué sucede.
— ¿Mejor amigo? — bufó James —. Merlín, solo pasas tiempo con Rosier. Ese idiota de Slytherin solo...
— No te permitiré que sigas hablando así de él — dijo Priscilla, molesta, interrumpiéndolo.
James suspiró y la condujo hacia la salida, mientras ella lo seguía, confundida.
