Capítulo 20

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˚˖𓍢ִ໋˚ Venganza

Priscilla caminaba por los pasillos en busca de su hermana menor, sus pasos resonaban en el silencio mientras su mente se llenaba de pensamientos confusos y preocupaciones. Las paredes del antiguo castillo parecían susurrar secretos olvidados, aumentando su ansiedad. Finalmente, la encontró en la biblioteca, absorta en sus libros, con el cabello despeinado cayendo sobre sus ojos.

—Hannah, ¿enserio? ¿Antoine Tonks? ¡Un muggle! —dijo, sin poder creerlo.

Hannah levantó la vista, visiblemente sorprendida por la interrupción, pero su expresión pronto se tornó enojada.

—¡Cállate! Él no es mi novio —respondió, apretando los puños.

Priscilla arqueó una ceja y dio un paso más cerca, disfrutando de la reacción de su hermana.

—Me pregunto qué diría tu novio al saber que lo niegas. O mejor aún, ¿qué diría mamá al saber que sales con sangre sucia? —dijo Priscilla, con un tono dominante que hizo que Hannah retrocediera un poco.

Hannah se mordió el labio inferior, su mirada era una mezcla de miedo y desafío.

—No te atreverías —replicó, señalándola con el dedo, su voz temblando ligeramente.

Priscilla soltó una risa baja y fría.

—Oh, sí me atrevo, hermanita —respondió, con una sonrisa manipuladora que hizo que a Hannah se le helara la sangre.

—¿Quién eres? ¿Qué pasó con mi hermana inocente que no mataba ni una mosca? —preguntó Hannah, incrédula, su voz apenas un susurro.

La expresión de Priscilla se endureció, sus ojos brillando con una determinación oscura.

—Esa Priscilla se fue a la basura. Te presento a Priscilla Prince, tu nueva y renovada hermana —dijo, con seriedad, como si estuviera anunciando una verdad incuestionable.

Hannah sintió un escalofrío recorrer su espalda. La transformación de su hermana era inquietante y aterradora.

—Ash, ¿qué quieres? —preguntó, resignada, sintiendo que había perdido algo precioso y esencial.

Priscilla se acercó más, su voz se suavizó, pero el peligro seguía latente en cada palabra.

—¿Qué quiero? Lo mismo que tú quieres: venganza y poder hacia una persona en particular—respondió Priscilla, con un brillo en los ojos que revelaba una ambición desmedida.

Hannah soltó una risa amarga, tratando de ocultar su miedo.

—¿Es para Evans cierto? Te entiendo te quito todo lo que amas—dijo, sus palabras cargadas de ironía y tristeza.

Priscilla la miró fijamente, sin parpadear, como si intentara leer sus pensamientos.

—Si Evans... —repitió Priscilla, probando las palabras en sus labios—. Soy una Prince, Hannah. Nadie ese mete conmigo ya no lloraré más, aquellos que lloran son demasiado débiles para enfrentar sus problemas.

Hannah sintió una oleada de tristeza y rabia. Quería a su hermana de vuelta, la verdadera Priscilla, pero sabía que esa persona se había desvanecido en algún lugar oscuro y distante.

—Entonces, ¿qué quieres hacer? —preguntó Hannah, con voz temblorosa, incapaz de encontrar una salida a la situación.

Priscilla sonrió, una sonrisa que no llegaba a sus ojos.

—Ahora, hermanita, veremos que sucede con Evans y como intenta ocupar mi lugar.

Hannah asintió lentamente, sabiendo que no tenía elección. La sombra de Priscilla se cernía sobre ella, oscureciendo cualquier esperanza de redención.

You Belong With Me | James Potter (En Pausa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora