Esta es mi primera historia de FNIA , está inspirada y con los permisos necesarios para hacerla , que busca revivir a aquella historia que era tan diferente a todas y sus personajes. Además...estoy cansado de lo mismo.
Así que... , vamos a ver cómo...
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La escena comenzaba con mostrando al joven flacucho sentado en una de aquellas sillas de algún hospital , vestido de una forma más presentable , constituido de una jacketa marrón que era de su abuelo , una camisa blanca de bajo , pantalones negros de segunda marca y unas zapatillas blancas algo desgastadas. A su alrededor no se oía nada de nada , no había ni un alma o algún sonido de vida en lo que daba aquel edificio , mientras todo estaba blanco y negro.
Joaquín: . . . -le salían algunas lágrimas mientras estaba bastante engorobado , juntando sus manos y apretándolas entre si- (¿porque...? , ¿porque el...?).
Decía entre lamentos el joven pelinegro mientras se decía todo a si mismo , su corazón el cual los sentimientos no estaban del todo desarrollados desde niño , sentía un dolor y angustia que le hacían sentir enfermo. Pero aquella angustia se disparo al oír la puerta de su lado izquierdo , perteneciente a una sala de doctor , abrirse y pasar un hombre rubio usando anteojos y la típica vestimenta de un doctor; dejando de lado que usaba también un barbijo al aún cierta pandemia estará lgo vigente.
Doctor: ¿usted es...el joven Joaquín Hernández Arfuch? -preguntaba con seriedad en su tono de voz mientras le veía fijamente a los ojos-
Joaquín: s-si...! -se levantó de su asiento rápidamente mientras le veía preocupado , algo engorobado , y se limpiaba sus lágrimas con la manga derecha- ¿¡que fue...lo que pasó a mí padre...!? , tuve que salir corriendo del laburo y--
Doctor: señor Arfuch...-interrumpe al joven nuevamente con su tono serio- su...padre adoptivo está siendo un hombre realmente fuerte en voluntad , para su edad es todo un campeón , pero...-se saco sus anteojos con su mano derecha mientras le miraba de una forma algo compasiva- hemos detectado que su corazón está teniendo fallas graves como también debilidad al poder mover un músculo , no es por ninguna enfermedad o nada , pero lamento decirle que...ya la edad le está pesando mucho.
Joaquín: no...dime qué no...-su brazo derecho comenzaba a temblar mientras sus ojos se dilitaban- por favor... , ¿e-en serio...llegó tan pronto este momento...? -dijo este incrédulo con la angustia exprimiendo su corazón-
Doctor: . . . -bajo su mirada mientras se hacía un poco para atrás , juntando ambas manos en su abdomen- no permitimos que los pacientes sean visitados por riesgo del Corona pero...este insistía que quería verlo , hicimos lo que pudimos , pero no deja de insistir en que quiere hablar con usted...
El hombre seguramente al no dar mucho detalle o ser poco compasivo , era obvio que se consideraba una exageración en lo que entendía el joven. Quién cuando dejo que pasará este sin tener la valentía de mirarlo , seguramente acostumbrado a ver la muerte a diario en el edificio , el flacucho no dudo en caminar hacia la sala; caminando a pasos dudosos y despacio , al no tolerar a otra gente que no fuera su pariente adoptivo frente a él. Pero ahí estaba aquella figura paterna que le quedaba al entrar a la fría y silenciosa sala , acostada en su cama con unos tubos de plástico en su nariz , y una mirada débil en su pálido cuerpo viendo con una sonrisa que parecía incrustada a fuerzas para darle un último saludo a su hijo.
