Amor Para Dos

Hasta Pronto...

Como puedes decir adiós a la persona que amas, cómo puedes prepararte para dejar de verlo, de oir su voz, de sentir su calor, de oler su aroma, cómo puedes dejar ir a la persona que ha estado en tus amaneceres, que ha compartido tu dolor, con quien has reído y llorado, eso rondaba mi mente, el tiempo se acercaba y yo por mas que lo intentaba no era lo suficientemente valiente para soltarlo, pero tenia que dejarlo ir.

-No puedo, dije llorando sin control, no puedo, esto me rebasa, simplemente no puedo, no entiende no puedo, exclame viendo a los ojos a mi terapeuta, quien me decía que la muerte no era el final sino el comienzo.

Llevaba algún tiempo yendo a terapia la partida de Chris se avecinaba y debía prepararme para el final no solo por mi también por Emily, aunque ella ya había crecido, era una joven resiliente que amaba a su padre y sabia que no estaría con ella por mucho tiempo, por lo que siempre disfruto cada instante que la vida le regalaba al lado de su padre, ella entendía mejor que yo que debíamos separarnos en su momento, habría que decir adiós.

-Alis debes dejarlo ir, no puedes retrasar su partida, estas perdiendo tiempo valioso en negarte a dejarlo ir, es más, que diferente seria ese adiós a no poder decirlo nunca y quedártelo para ti toda tu existencia.

-Y que quieres que haga un plan de vacaciones, una fiesta de despedida con fuegos pirotécnicos y una gran gala, dije con sarcasmo y una risa falsa en el rostro.

- Y por que no.

-Estas demente reproche poniéndome de pie, agarrando mi bolso lista para salir de la clínica.

- Alis, estas siendo egoísta, solo piensas en ti en tu dolor en tu soledad y él y como se siente y tu hija, el mundo no gira a tu alrededor, piénsalo que el tiempo se agota y tu lo sabes.

Sin mas salí llorando hacia el elevador, en mi profesión como médico había visto la muerte muchas veces, había visto ir la luz de los ojos de aquellos pacientes y ver sus cuerpos vacíos e inertes, y había dado la mala noticia a sus familiares de aquella perdida, sabia lo que eso significaba sabia el dolor profundo yo lo había vivido, pero esta vez a mi me tocaba vivirlo del otro lado del mostrador.

-Mami ven acá dijo Emily llevándome a la habitación donde Chris descansaba viendo una película junto a ella.

-Hermosa llegaste, dijo Chris con esa sonrisa picara que me había conquistado hacia tanto tiempo y que siempre me hacia sentir mariposas en el estomago, ven acá dijo palmeando en la cama a su lado, me senté junto a él, recibiendo un cálido beso en la frente como siempre solía hacerlo, y yo pensaba como podría vivir sin esos besos.

-Ma, sabes con papá hemos planeado ir de vacaciones, en dos semanas entro a la Universidad y me iré de casa, así que decidimos ir de vacaciones aaaaaaa ambos palmearon en la cama con ese entusiasmo que siempre los caracterizaba tan tan tan queremos ir a escalar la montaña.

-Están locos verdad, dije muy seria, viendo la risa en sus rostros.

-Hermosa sabíamos que nos dirías eso, ambos se vieron con complicidad como siempre y se rieron.

- Saben esto no es gracioso, les dije molesta y me levante de la cama, tratando de ocultar mis lagrimas y respirando profundo.

-Ma, no te pongas así, dijo Emy abrazándome por la espalda, yo sentía que me partía en mil pedazos y no podía ni siquiera sostenerme en pie.

- Vamos hermosa, tu sabes que amo escalar, quiero hacerlo por ultima.... pauso y quedo mudo.

Yo voltee a verlo, sus ojos llenos de lagrimas y tristeza me quebraron más, quien rayos era yo para evitar sus últimos deseos y sueños, así que tome aire y me llene de valor, con voz fuerte y decidida y con una sonrisa la mejor que pude hacer les dije -Esta bien pero será la ultima vez que me lleves a la punta de esa montaña, sabes cuanto miedo me da estar allá arriba.

Todos reímos a carcajadas, para mi cada risa sabia a agrio a dolor, pero quizá para ellos dos eran reales eran felices.

-Claro hermosa, por cierto no te preocupes por subir y bajarla, nuestro buen amigo Brendan nos llevara en su helicóptero, Chris se levanto con dificultad y me abrazo por la cintura susurrando a mi oído, creo que después de tantos años ya se resigno a que tu siempre me amaste a mi dijo repartiendo besitos por todo mi cuello.

-Basta Chris dije riendo.

-Uyy no dijo Emily creo que mejor me voy y los dejo solitos, salto de la cama y salió riendo a su habitación.

Chris me puso contra la pared y se acerco a mi recordando aquella primera vez que me tuvo así de cerca cuando éramos jóvenes.

-Mi hermosa esposa dijo susurrando a mi oído, perdóname por dejarte, pero me tengo que ir, ya llego el tiempo, sabes que te amare aun después de esta vida y para siempre.

Lo abrase con toda la fuerza de mi corazón, nos amamos quizá por ultima vez y grabe en mi memoria cada caricia y beso que había dejado sellado en mi ser.

Subimos la montaña, Brendan nos llevo nos dejo por unas horas a los tres, Chris realmente disfruto de ver ese majestuoso paisaje que daba vista a un hermoso lago a su alrededor árboles de colores de otoño y sus hojas cayendo.

Nos abrazo a ambas y nos dijo -Saben mi vida ha sido maravillosa a su lado, Dios fue bueno conmigo, Gracias, las amo y siempre las amare. 

Un silencio grande se formo, mi corazón estaba a punto de estallar pero recordé a mi terapeuta, no podía seguir pensando solo en mi dolor, tenia que despedirme en vida.

- Chris respondí con mucha dificultad y esforzándome por decir quizá en pocas palabras todo lo que quería decirle , recuerda que siempre serás el amor de mi vida, gracias por esta extraordinaria vida, siempre te amare.

-Pa, sabes que eres mi amor grande, gracias por ser tu, te amare siempre pa.

Los tres nos abrazamos, lloramos, reímos, disfrutamos de ese hermoso paisaje, hablamos de tantos recuerdos de tantos momentos que habíamos pasado y la luz de sus bellos hermosos ojos verdes se apago.

La muerte apacible y silenciosa pareciera que se lleva lo que mas amas en la vida, pareciera que ya no habrá una vez mas, una risa mas, un abrazo mas, un beso mas, pero tu y yo nacimos para estar juntos y morimos para vernos de nuevo después de esta vida y ver de nuevo esos hermosos ojos verdes que sonrojan mis mejías.