_◆ɫ Nightmare ɫ◆_ (South Park)(Pete x Mike)

VII

Su camino a la escuela siempre era largo e irritante, pero ahora era diferente. Estaba nublado y corría un aire fresco detrás suyo provocandole escalofríos, ¿Desde cuándo había cambiado tanto el clima? Hubiera sido mejor que trajera una sudadera más gruesa, pero ya se encontraba a mitad de camino y obviamente no regresaría.
Las calles se encontraban extrañamente vacías, solo podía escuchar el silbido del viento fresco de otoño, que ya era propio de Colorado.

Todo estaba tan silencioso y tranquilo, le agradaba eso, lamentablemente en esta vida nada dura para siempre.

-¡Oye! ¡Pete!

Esa voz ya era prácticamente inconfundible para él, esa voz tan... Tan masculina... ¿Que? No.
Justo cuando pensaba ignorarlo y acelerar el pasó, sintió un peso en su hombro, bastante familiar, sintió su cuerpo congelarse y su piel erizarse cuando la mano del vampiro tocó su hombro, la sensación era exactamente igual a su sueño.

-¿Oye, estás bien? -lo escuchó preguntarle algo, pero realmente no sabía qué, no podía entenderle. Estaba paralizado.

Su vista se dirigió de la misma manera de antes a la mano del Vampiro, ahí seguía el increíble aterrador anillo de serpiente, no le queda duda de que Mike era el Vampiro de su sueño.

-¿Pete? -siguio preguntando.

-¿Ah?

-¿Por qué no me respondías, estás bien?

La insistencia de Mike era algo nuevo para él, ni sus amigos ni familiares se preocupaban tanto por el, ver su cara de confusión y oír el cambio en su voz le causaba gracia, pero no de una manera burlona, sino tierna.

-Pff... JAJAJ

Se estaba... ¿Riendo?¿Pete se estaba riendo? Si, la sonrisa más bella que creyó haber visto era la de su madre, ya no más. Sintió su corazón revolotear y como si se tratara de una película, sintió un flechazo que le causó dolor, pero lo ignoro.

Pete Thelman tiene la sonrisa más bella que haya visto.

-jsjajs, no te preocupes por mi, es raro.... Estaba pensando y no te escuché, lo siento.

Se había disculpado con el además, ¿este chico de verdad era el gótico amargado de Pete?

-Espera, ¿Qué hora es? -sacó su celular de su bolsillo y lo encendio rápido -Ah, las 6:53... Espera, ¿¡Las 6:53!?¿¡Vamos a llegar tarde!?

Sin siquiera pensarlo tomo la mano de Mike y la sostuvo fuerte, seguido de eso comenzó a correr con el Vampiro detrás. Mike ni se había dado cuenta de cuando comenzó a correr, tenía la vista plantada en Pete y como su cabello se hacía para atrás con la brisa chocando en su rostro, lo escuchó gritarle.

-¡Corre! No te quedes ahí parado como tonto.

Su voz seria había vuelto, pero no tan marcada como siempre, comenzó a seguirle el paso quedando lado a lado y, aún con sus manos juntas, llegando a la escuela en poco tiempo.

Veía a Pete inclinarse en sus rodillas y respirar agitado, volvió a sacar su celular prendiendolo y después decir.

-6:58, dos minutos antes, no está mal... -volteo su rostro a Mike juntando su mirada con la de él -Para ser bastante alto eres alguien muy lento.

Su respiración igual estaba agitada y su corazón más acelerado que antes, ¿Era por correr? Esperaba que si.

-¿Qué? ¿Te comió la lengua el gato? No te quedes mirándome así -lo vio devolver su rostro a dónde estaba antes notando el ligero color carmesí en las mejillas del menor -Ya me voy a mi salón, y tú también deberías hacer lo mismo... Adiós.

Lo vió irse tan rápidamente como había dicho eso, mientras se alejaba de su vista pensaba en lo que había pasado previamente. Se sentía tan tonto de no haber podido decir nada, seguro que Pete también piensa eso. Su respiración volvía a la normalidad poco a poco así como comenzó a caminar adentrándose en los pasillos de su escuela, ya no veía a Pete por ningún lado, de hecho no había nadie afuera, ¿Hubiera sido buena idea haber seguido a Pete a su salón? Así por lo menos ya sabría en cuál va... No, eso se ve demasiado acosador, mejor luego se lo pregunta.

-¡Oye Vampir! ¡Al fin llegas! ¡Entra de una vez, todos te estábamos esperando.

Escuchó la voz de uno de sus amigos y luego sintió como lo jalaban del brazo entrando a su salón dando inicio a otro día aburrido de clases, o eso creía antes de encontrarse con el gótico del que no podía parar de pensar.

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