_◆ɫ Nightmare ɫ◆_ (South Park)(Pete x Mike)

XI

El camino a su casa fue bastante corto, casi corrió para llegar. Inmediatamente llegando, entró al baño y abrió la llave de la ducha escuchando el agua caer a presión. El clima afuera no era tan frío como otros días, aún así dejo que el agua de la ducha se calentará un poco, necesitaba relajarse.

Una vez dentro el agua corría por todo su cuerpo, empapando su cabello ya desteñido, le urgían un retoque a esos mechones. Le hubiera gustado preguntarle a Mike donde retocaba él su cabello, aunque aún son conocidos¿no? De igual forma podría preguntarle cualquier día. Frotó sus manos por todo su rostro, ya no sabía que pensar, ya no quería pensar.

(...)

En su mente solo podía repetirse la misma frase una y otra vez, "No somos de ese tipo de amigos"
Le dolía más recordarlo que vivirlo, estaba seguro que ese sentimiento de culpa no se iría hasta que hiciera algo al respecto, solo pueden existir dos posibles finales: que las cosas entre ambos se arreglen o que se ponga peor y ya no vaya a ver al gótico nunca más, Y eso le aterraba. Definitivamente necesita hacer algo, no solo lo necesita, lo hará.

El regreso a la escuela cada día nunca le gustó, repetir la misma rutina diaria y ver a las mismas personas grado tras grado, a excepción de hace una semana. Se había formado un nuevo grupo de alumnos, un año inferiores a su grado actual, entre ellos se logró destacar un grupito de amigos góticos que se notaba que odiaban llamar tanto la atención, al ser nuevos inevitablemente lo hacían. Ya sabemos que ahí se encontraba el callado Pete Thelman, quien sin hacer mucho logro llenar de curiosidad a Mike, quería tanto acercarse y hablarle, pero no sentía que tenía tanta valentía para enfrentar a sus amigos después.

Indirectamente intento hacerlo un par de veces, bastantes, sin tener mucho éxito pensó abandonar tales pensamientos e intentar seguir con su vida, sin embargo el destino le tenía otros planes, ese mismo día paso el acontecimiento que el llama "El giro que tanto esperaba".

A medio pasillo, repleto de gente yendo y viniendo de todos lados, estaba cara a cara con él, tomando su brazo y actuando como un completo estupido, pero que esperaba, es lo que el amor le hace a las personas ¿No?

Ya entrando a su salón de clases escuchó a sus amigos saludarlo y darle uno que otro cumplido a su apariencia, sin decir nada se sentó en su lugar y se recostó en la paleta del escritorio ocultando su cara, sus amigos sabían que eso era señal de que no lo molestarán, y eso hicieron el resto de clase, sin embargo no estaban cómodos con Mike así de callado, pero necesitaba pensar en muchas cosas.

-Ey Mike- escucho la voz de uno de sus amigos- toma, te ves cansado.

Le extendió un termo con líquido dentro, con solo acercarlo un poco a su rostro se percató de ese icónico olor fuerte y amargo, inevitablemente le recordó a alguien que no quería.

-gracias, pero sabes que no me gusta el café.

-Si lo siento, puedes dárselo a alguien más si no lo quieres.

Se marchó a la salida, dejándolo con el café en mano. Lo vio, recordando lo que pensaba antes de que le hablara, estaba teniendo un plan en mente, no le convenció, pero curiosamente el café formaba parte de aquello.

(...)

De nuevo estaba con sus amigos en la parte trasera de la escuela, se notaba distraído, Henrietta ya se lo había hecho notas varias veces, y como culparlo, todo lo que le había estado pasando estaba raro, aunque no tan raro como lo que le pasaba al grupo de Stan.

En un momento sintió una ligera brisa venir de su lado derecho, volteo su mirada a ese mismo lado encontrándose con el Vampiro haciéndole señas para que fuera a dónde él, ni.siquiera se lo dudó y se levantó, le dijo a  Henrietta que iría al baño un momento, al segundo en que ella asintió salió disparado en dirección al vampiro.

-¿Que sucede? -su voz estaba bastante tranquila apesar de los nervios que sentía en el momento.

-Hola... Emm te traje un café, no se si quieras -no tenía idea de por qué estaba tan incómodo, se supone que era su culpa, si, pero no estaba ni seguro de que estaba haciendo.

Le extendió su mano con el termo que se sentía un poco tibio, no estaba muy seguro de lo que pasaba, sin embargo la voz y expresiónes del contrario lo cautivaron, ahora sentía que él era el sumiso y no le desagradaba.

-Como supiste que justo se me había antojado.

Tomo el termo, lo abrió y bebió sin importarle lo caliente que estuviera.

-Mmm, amargo, gracias.

Se quedaron cruzando miradas un buen rato, aunque en realidad solo fueron unos segundos, ninguno quería despedirse pero en algún momento debían.

-Voy a volver con mis amigos, de nuevo gracias por el café, nos vemos luego.

Se giro retomando su camino, no quería tardar más o sus amigos sospecharan que no estaba en el baño, igual tendrá que darles una excusa del café.

-Espera, quería preguntarte algo más.

De nuevo sus miradas juntas y un silencio que parecía no acabar a pesar de que debía de hacerlo, soltó un sonido de afirmación para que continuará, pero no estaba seguro de sí mismo, ya no había vuelta atrás.

-Todo está bien... Entre nosotros ¿verdad?

-Si -no tardo nada en responder, estaba confundido por la repentina pregunta pero entendía bien a lo que se refería, realmente no estaba seguro, de igual forma no quería hacerlo sentir mal- Oye, no fue tu culpa.

De nuevo se giro y se fue. Soltó un enorme suspiro, como si se hubiera aguantado la respiración todo el rato, estaba tan aliviado de escuchar a Pete tan tranquilo al respecto, se sentía un poco estúpido, como que solo él se estaba complicando la existencia, sin embargo su corazón estaba feliz de escuchar a Pete ser tan amable con él.

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Andaba fallando mi cuenta y me asusté, pero ya todo bien.

Muchísimas gracias por su paciencia en serio, solo aviso que vamos entrando a la recta final.