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La noche calló inundando el pueblo, arrasando la oscuridad y quemando con su frío.

Ya se encontraba justo delante del dichoso restaurante café al que había sido citado por el vampiro. Su mirada perdida en el luminoso letrero sobre la entrada daba a entender que seguía dudoso de ingresar al local, aún podía darse la vuelta y fingir que nunca fue y que lo olvido o algo, pero lo sentía muy cruel, incluso para él.

La puerta se abrió y dio paso dentro del lugar, llevando su mirada a cada rincón del restaurante buscando al mencionado vampiro, pero al no localizarlo, un rayito de esperanza le llegó de pensar que no se hallaba ahí y podría irse, aunque ese sentimiento no duró mucho para su mala suerte.

-¡Hola Pete!

Aquella vocecita conocida se pudo escuchar detrás suyo y justo después una mano se posó en su hombro derecho, aún el permaneciendo de espaldas, entonces tuvo algo como un deja vú.

-Ven, vamos a sentarnos por allá.

Quién se suponía estaba detrás suyo ya no estaba más. Como si fuera un rayo, al momento de voltear lo vio ya sentado en una mesa, en la que siempre estaba con sus amigos, le hacía toquecitos con la mano en el aciento a su lado, no lo obedeció y se sentó frente a él.

Pete ya tenia muy claro lo que pediría, una taza de café negro y amargo como el día de hoy, por lo que le pasó el menú a su acompañante aquella noche.

-Creo que pediré un postre, no tengo mucho apetito en realidad- dejo la carta sobre la mesa y alzó la mano llamando a la mesera.

La susodicha no tardo en acercarse a los jóvenes y, sacando una mini libreta acompañada de una pluma, preguntó al aire.

-¿Que les sirvo? -su voz irritada y cansada ponían a Pete del mismo modo.

-Yo quisiera un trozo de tarta de frutos rojos y una taza de té negro caliente por favor.

Pete se quedó sin palabras después de oír todo el pedido de Mike, se notaba que había meditado todo lo que diría, al contrario de él.

-café.

Terminando de escribir todo, la mesera tomo el menú y se retiró sin decir más.

-¿Seguro no quieres nada de cenar? -preguntó Mike justo después de que perdiera de vista a la mesera.

-nah.

El silencio había llegado a la mesa, el clásico silencio incómodo que siempre, de alguna manera debe estar presente en las citas. La mirada del mayor se había quedado en dirección a donde se fue la mesera, tenía una mirada ansiosa, seguramente esperando por su pedido. Y Pete,bueno, el solo miraba con extremo cuidado y detalle al vampiro frente suyo, varias cosas de su apariencia le llamaban la atención; su piel pálida aparentando ser muy delicada, sus uñas pintadas de negro al igual que las suyas, el ligero maquillaje que poseía en sus párpados y sorprendido de no ver ningún rastro de ojeras, o era por el maquillaje o realmente no tenía. Claro que no se puede olvidar de su cabello verde brilloso, imposible no verlo, se notaba teñido de manera perfecta y se veía también muy reciente, a diferencia de él que ya necesitaba un retoque.

Pasarón como 3 minutos y la mesera por fin volvió con un plato y dos tazas en mano, dejándolos frente a sus respectivos consumidores y retirándose no sin antes decirles "provecho" antes de marcharse.

-¿Te gustaría probar un poco de mi tarta?¿O del té?- ofreció con una amable sonrisa.

-No

-¿Por qué eres así?

-¿Así como?

-Si no querías venir hubiera preferido que me lo hubieras dicho cuando te lo pedí, no me hubiera molestado en serio.

Volteo la mirada a su tarta partiendo un pedazo y llevándolo a su boca. Su aura fue tan diferente en ese momento, incluso su voz la noto ligeramente más grave, sus ojos más oscuros y decaídos. Esa emoción y amabilidad que le había demostrado desde un inicio de había ido. El silencio volvió, más incómodo que antes, de verdad que si quería irse, pero algo en el no podía rechazarlo en ese momento, ni cuando se lo pidió.

-Yo... ¿Que música te gusta? -preguntó como  último recurso para liberar la tensión.

El mayor levanto su vista inmediatamente, topandose cara a cara con Pete, quien ya no poseía esa mirada de fastidio de hace unos segundos. Una ligera sonrisa se escapó de su rostro y respondió.

-Podría decirse que escucho de todo, bueno casi todo je.

-Entiendo.

-¿Te gustan las películas?

-De terror y misterio.

-¡También a mi! ¡Deberíamos ver una la próxima vez!

Su ánimo había vuelto, al igual que su amplia sonrisa. Un gran sonrojo se hizo notorio en el joven Pete, ¿La próxima vez? ¿Se refería a tener otra cita?

-Amm... ¿Cómo está tu tarta?- preguntó evadiendo el tema anterior.

-Deliciosa, ¿Quieres probarla?

Asintió con afirmación y vio como el otro cortaba un pequeño trozo con su tenedor extendiéndolo a la boca de Pete, esperando a que esté último la abriera y recibiera el trozo, sin embargo no lo hizo.

-Amm... -tomo el trozo con su mano y lo llevo a su boca.

Estaba tibio, obviamente era dulce y un poquito empalagoso, por lo que justo después tomo un gran sorbo de café y dijo.

-No está mal, pero no soy tan fan de lo dulce.

-¿Prefieres lo amargo no? -lo vio asentir.

-odio que no den café en la escuela, me hubiera relajado mucho esta semana.

Mike no siguió la conversación, se quedó en sus pensamientos con una gran idea en mente.

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Matenme si quieren, pero eh vuelto...





_◆ɫ Nightmare ɫ◆_                                   (South Park)(Pete x Mike)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora