Feromonas

11.- Celo

Hola!

Bueno como se suele decir: que empiece lo bueno!!!

Los leo!!!

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Yoongi dejo los inhibidores y los primeros días todo parecía igual. Aunque un poco desconfiaba de sentirse bien.

Había mejorado un poco su trastorno del sueño. Pero ahora tenía sueños más vividos. Perseguía una silueta, que era solo una sombra, pero era el portador de ese maravilloso aroma. Si bien se despertaba sobresaltado al menos conseguía dormir cuatro horas de corrido y eso era todo un logro para el alfa.

En el sueño, cada vez que parecía que la iba a alcanzar, se despertaba algo agitado y sudoroso.

Tampoco había tenido dolores de cabeza que habitualmente lo atormentan.

Aunque dormía mejor y se sentía descansado, para el séptimo días sin inhibición, su humor no podía ser peor.

Su cabeza había vuelto a doler, como si se la martillearan constantemente. Comenzó a sentir su piel caliente, como una especie de hormigueo incontrolable. Sus encías picaban. Ahí estaban los insoportables síntomas de su lobo pujando por salir.

Definitivamente su celo había llegado, tomó como pudo algunas cosas y salió de su oficina. Le dijo a su secretario que estaría un par de días fuera de la ciudad. Cualquier cosa Namjoon estaba al tanto.

Había hablado con sus amigos, les explicó las circunstancias y que iba a necesitar internarse unos días para pasar su celo.

Namjoon lo apoyo por completo. Jin por su parte tuvo una reacción más paternal. Preocupado le armó una especie de mochila de emergencia para que estuviera listo para internarse. De repente el omega lo trataba como a Joonseok.

Yoongi descubrió que no solo no le molestaba. Si no que además se sentía bien que sus amigos se preocupen por él. Era como si algo se hubiera ablandado en el alfa en los últimos días. Su coraza fuerte comenzaba a descascararse y lo tenía algo más vulnerable.

Lo único que le molestaba era no haber vuelto a sentir ese aroma. Lo extrañaba, si eso era posible. Quería sentirlo y saber de quién era. Tal vez la luna se había apiadado de él y su sufrimiento... tal vez había algún omega con el que podría compatibilizar.

Yoongi tomó el ascensor para ir hasta su auto, todavía podía manejar aunque su cuerpo comenzaba a doler realmente mucho. Sus feromonas subian realmente rápido. Le rogó a la Diosa que nadie subiera al ascensor mientras lo usaba, cualquier alfa se descompondría si las sentías y era realmente bueno que no hubiera omegas en el edificio, eso podría haber sido un problema grave.

Pero los planes en las estrellas ya estaban escritos para el alfa. A mitad del recorrido del ascensor se detuvo dejando entrar a un muy distraído Park Jimin y algunas bailarinas.

Al menos eran betas y no se afectaría por sus feromonas, pensó Yoongi.

-Buen día señor Min - dijo Jimin sin prestarle demasiada atención. Como era habitual en el.

-Park - murmuró el alfa.

-Se encuentra bien señor? - dijo Jimin acercándose un poco.

El alfa estaba más pálido de lo habitual y algo agitado. No supo por qué, pero su primera reacción era querer abrazarlo y sacar a todas esas mujeres de allí.

-Si... solo, estoy bien. Me duele la cabeza - mintió Yoongi.

La última persona que quería que supiera que estaba en celo era Jimin. Se veía precioso y su cabello rosado definitivamente le quedaba hermoso, definitivamente estaba más hermoso de lo habitual. Quería que el lindo coreógrafo lo abrace y lo reconforte.