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JaeHyun no los ve mucho durante la semana siguiente. YoungHoon se encuentra ocupado con sus modelos y sesiones fotográficas, JuYeon al parecer siempre tiene algo que hacer, es evasivo como siempre.

Y él se mantiene ocupado en el trabajo durante el día y por las tardes planea en solitario su boda. Ya tiene el orden de los asientos y las respuestas a las invitaciones comienzan a llegar, con eso hace los cálculos finales para ordenar el banquete a SangYeon.

La única ocasión en que él y YoungHoon comparten tiempo es cuando una tarde toman el té en casa de los padres de YoungHoon, durante dos incomodas horas después de las cuales JaeHyun termina mordiéndose la lengua y su piel pica con ansiedad al momento que se marchan.

A JuYeon lo ve brevemente, temprano en las mañanas o cuando vuelve a casa tarde por la noche. No sabe que es lo que él hace y no quiere saber. No es asunto suyo.

El jueves, MiYeon lo visita en la cafetería. Tiene una crisis de pánico, la vida se le está poniendo difícil al no ser capaz de poder pagar la renta y la universidad.

JaeHyun sabe muy bien como es, pasaron la misma situación cuando vivían juntos. Siempre preocupados por poder pagar las cuentas, cada día esforzándose para ahorrar hasta el último centavo sin poder relajarse nunca. Las cosas nunca cambian para personas como él y MiYeon. O así era hasta que conoció a YoungHoon.

JaeHyun lleva a MiYeon al cajero cercano y a pesar de que no para de protestar, retira dinero de la cuenta de la cafetería y se lo entrega. Esta muy avergonzada pero lo acepta, sin embargo la vergüenza que ella siente no se acerca a la humillación que JaeHyun experimenta al pedirle a YoungHoon que reponga el dinero. Los fondos de la cafetería no son suficientes como para regalar. Pero le explica a YoungHoon porque retiró ese dinero, le cuenta los problemas financieros de MiYeon.

Confiarle dichos problemas financieros, da como resultado que el viernes por la tarde ella entre apresuradamente en la cafetería, irradiando felicidad.

—Él pagó mi renta y la colegiatura de la universidad de todo el próximo año —dice casi sin respirar.

JaeHyun pregunta—: ¿Quién?

Ella responde con los ojos muy abiertos. —¡YoungHoon!

Y así nada más, YoungHoon tiene una nueva admiradora, se ha ganado a una persona más.

No sabe porque pero esto le pone furioso. Media hora después, MiYeon se marcha y JaeHyun sigue de mal humor. Jacob se mantiene ocupado en la cocina, lejos de él.

Y justo en ese momento, JuYeon decide visitar la cafetería por primera vez, se ve pulcro y elegante, viste un traje negro y camisa blanca.

JaeHyun lo recibe preguntando de forma grosera. —¿Qué quieres?

JuYeon levanta las cejas. —¿Es un mal momento?

—No. Solo estoy ocupado.

JuYeon mira alrededor, la cafetería se encuentra vacía. — Obviamente.

—Mira… —resopla— ¿has venido a comprar algo o…?

—Quiero un café, para llevar, si no es pedirte mucho.

—¿Por qué seria pedirme mucho?

JuYeon le mira fijamente. —¿Por qué siento que estas a punto de arrancar mi cabeza?

—No eres tú, —dice JaeHyun después de un momento y suspira— yo solo…

—Continua —pide JuYeon con seriedad.

JaeHyun no se siente confortable discutiendo con JuYeon los problemas en su relación entre él y YoungHoon, especialmente no puede porque es el mejor amigo de YoungHoon y su lealtad está con él. —No es nada —intenta sonreír—. ¿Cappuccino? ¿Café con leche?

JuYeon no mira el menú. —Solo café. Con tres de azúcar.

—Nadie necesita tres sobres de azúcar. —JaeHyun responde mientras manipula la cafetera.

—Yo sí.

—Te pondrás gordo.

—Lo he tomado con tres porciones de azúcar toda mi vida —se defiende—. ¿Te parece que estoy gordo?

JaeHyun lo mira sobre su hombro. A pesar de querer evitarlo, termina mirando a JuYeon de arriba abajo. —Todavía no —admite de mala gana mientras coloca el café en la barra— pero estas envejeciendo.

—Esta es la segunda vez que me dices viejo, me estoy acomplejando.

—No te estoy diciendo viejo, solo digo que ya no eres tan joven.

—Si claro, eso es mejor.

JaeHyun no puede evitarlo. La sonrisa que aparece en su rostro es genuina y parece que eso ha enternecido la mirada de JuYeon. —Aquí tienes —empuja el vaso más cerca a la orilla y JuYeon lo toma en una mano.

—Gracias. ¿Cuánto te debo?

—No es nada.

—Gracias. No dejes de sonreír —JuYeon se da la vuelta para marcharse. La honestidad en su voz acelera el latido del corazón de JaeHyun— te sienta bien.

Jacob sale de la cocina después que JuYeon se ha marchado, JaeHyun aun observa la puerta como si estuviera hipnotizado.

—¿Quién era ese?

Reacciona y se olvida de esas raras sensaciones que revolotean en su pecho. —Es el tipo del que te hablé. El padrino de YoungHoon.

Jacob frunce el ceño. —¿El arrogante?

—Si —suena grosero ahora que Jacob lo dice.

—Ahhh —responde Jacob exagerando y JaeHyun no puede ignorarle.

—¿Qué?

—Nada, —sonríe y JaeHyun no encuentra la gracia— pero te ves más animado ahora.

Aparenta tener su atención puesta en los documentos junto a la caja registradora. —Estaba animado antes.

—Si tú lo dices.

𝗘𝗟 𝗣𝗔𝗗𝗥𝗜𝗡𝗢 | 𝗝𝘂𝗝𝗮𝗲 (𝗧𝗕𝗭)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora