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Cuando cierra su negocio en la noche, recibe un mensaje de texto.

Hola, cariño ¿Vamos a un bar esta noche?

Se va a casa para ducharse antes de ir al bar pero aun medita como manejara la situación con YoungHoon. No es que no se sienta agradecido por lo que ha hecho por MiYeon. Él jamás podría ayudarla de forma tan generosa como YoungHoon. Pero algo en esto le molesta, es como si YoungHoon se adueñara de su territorio y espacio. MiYeon le pertenece. YoungHoon a penas la conoce, ya que no se ha tomado el tiempo para conocerla –al menos eso es lo que JaeHyun cree–. ¿Por qué apoyarla financieramente de forma tan espectacular?

Simplemente no puede dejarlo pasar sin decir nada al respecto.

Hay poca gente en el bar cuando llega, está esperando que algún empleado le atienda pero al parecer todos están escondiéndose y no trabajando.

JuYeon entra y JaeHyun se sorprende al verlo pero su mayor sorpresa es ver que viste jeans negros y un top gris de manga larga y la suave tela se pega a cada musculo, la vista le seca la boca porque sabe que debajo de esa ropa hay un cuerpo tan atractivo que podría ser su desgracia.

JuYeon mira a JaeHyun desde lo lejos y se acerca a él con una sonrisa, parece complacido y no tiene problema alguno en mostrarlo.

—¿YoungHoon te invito a venir?

—Sí. ¿Por qué? ¿Hay algún problema?

—No, solo pensé… —deja de hablar, no está seguro de cómo explicarse.

Pero JuYeon comprende, levanta las cejas y dice—: Pensaste que solo seriáis vosotros dos.

—Si, —siente pena y mira a otro lado buscando quien puede servirle un maldito trago— pero está bien. No importa.

—Que generoso de tu parte. —Dice JuYeon fríamente y después de una pausa continua—: Puedo irme.

El hecho de que ofrezca marcharse si se lo pide, tiene el efecto contrario y JaeHyun ahora desea que se quede. Es una rara sensación y no sabe cómo manejarla.

—Lo digo en serio, quédate. Déjame comprarte un trago.

JuYeon lo mira, considerando. Eso es algo que hace muy a menudo, solo lo mira, le contempla, le descifra o lo que sea pero no sabe lo que sucede en su mente y JaeHyun se pregunta si alguna vez lo sabrá.

—No, yo traeré la bebidas, ¿cerveza?

JaeHyun sonríe y asiente. De camino a encontrar una mesa mira como el cantinero aparece de inmediato para atender a JuYeon como si él no hubiera estado esperando por minutos y minutos.

—Ese tipo se cree muy gracioso —le dice
JuYeon mientras deja las cervezas en la mesa y se sienta— pero no lo es.

JaeHyun ríe. —Lo sé, te acostumbraras.

Los ojos de JuYeon brillan con calidez cuando bebe un trago. —Es bueno ver que tu humor ha mejorado.

—No estaba de mal humor —dice a pesar de estar seguro que JuYeon sabe que miente— solo estaba un poco molesto por algo.

—¿Quieres hablarlo?

—No —si quiere y JuYeon lo está mirando de ese modo de nuevo. Esa mirada que le hace desear poder abrirse a él. Quizá si elige bien las palabras—. Bueno. Es por YoungHoon.

JuYeon asiente, animándole a continuar.

—Yo entiendo que tiene mucho dinero pero algunas veces desearía…

—Continúa…

Suspirando, deja salir todo. —Hoy me entere de que pagó la colegiatura del próximo año y la renta de mi mejor amiga.

𝗘𝗟 𝗣𝗔𝗗𝗥𝗜𝗡𝗢 | 𝗝𝘂𝗝𝗮𝗲 (𝗧𝗕𝗭)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora