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Todos atienden sus respectivos dolores de cabeza al día siguiente, pero incluso el día después de Navidad, YoungHoon tiene que trabajar, por lo que se marcha después del almuerzo, y JuYeon desaparece durante el resto del día. No se miran a los ojos durante el breve tiempo que pasan compartiendo la cocina, bebiendo café y compartiendo aspirinas para el dolor. Cuando YoungHoon regresa esa noche, JaeHyun lo sobre compensa mostrando su afecto por él, sintiendo esa extraña sensación de culpa. Y cuando YoungHoon lo lleva a su cama y ofrece sexo oral, JaeHyun se lo permite, a pesar de que realmente no se siente con los ánimos, se obliga a llegar al orgasmo gracias a los pensamientos que tiene de unos ojos, una boca, piel y manos que no se parecen en nada a los de YoungHoon, aumentando así su culpa.

Se levanta de la cama más tarde, cuando YoungHoon se ha dormido, se interna en la oscuridad y el frío de la sala, mira a su alrededor buscando la manta y cuando no la encuentra, se pone la sudadera con capucha que encuentra en el lugar. No es hasta que se envuelve en ella mientras mira la televisión, que se da cuenta que le pertenece a JuYeon, su olor se filtra en sus sentidos provocando un hormigueo sobre su piel.

JuYeon llega un momento más tarde, como siempre, y luce curiosamente tranquilo. JaeHyun no puede leer su mensaje corporal, ni siquiera sabe cuánto recuerda de la noche anterior, y cuando JuYeon hace más que dejar las llaves en el mostrador y sonreír brevemente, JaeHyun pregunta—: ¿Dónde has estado?

—Pasé el día con YuBin.

JaeHyun asiente con la cabeza, y espera que sea la verdad y que JuYeon no haya estado caminando por las calles todo el día solo, evitándolo.

—¿La pasaste bien?

—Fue bueno, sí —JuYeon murmura vagamente—. Voy a poner el agua a hervir.

Regresa con dos tazas de té caliente y pone una en manos de JaeHyun mientras se sienta junto a él.

—Gracias —Esto se siente tan irreal y a la vez tan normal que no puede entenderlo.

JuYeon asiente señalando el televisor. —¿Dónde estamos hoy?

—Edimburgo —dice JaeHyun después de tomar un breve momento para pensar. En realidad, no ha estado prestando atención al programa de TV.

—Es muy bonito.

—Nunca he estado allí.

—Deberías —dice JuYeon—, pídele a YoungHoon que te lleve.

La mención de YoungHoon es deliberada, con eso lo ha traído aquí, poniéndolo entre ellos como una barrera. Un recordatorio de por qué lo de anoche fue un error, y no el tipo de noche de la cual JaeHyun pueda recordar cads detalle y sentir cada toque.

Traga saliva. —Mira, lo que pasó anoche...

JuYeon lo mira, y con tal mirada le pide que calle. —¿De verdad quieres hablar de eso?

—Fue solo que —dice JaeHyun, pero sí, lo quiere, de verdad—, bebimos mucho, las cosas se supieron un poco raras...

—Está bien —dice JuYeon, con un tono ligeramente molesto.

JaeHyun contiene la respiración, mira el costado de la cara de JuYeon.

—Me voy a casar con tu mejor amigo —Pero lo está diciendo por las razones equivocadas, y lo sabe. No lo está diciendo para recordarle a JuYeon por qué lo que pasó la noche anterior estuvo mal, lo dice por que lo que está sintiendo es peligroso y masivamente inapropiado.

Lo dice porque quiere provocar una reacción en JuYeon, quiere una pista de cómo se siente, lo que piensa acerca de cómo en un minuto tiene momentos con JaeHyun y al siguiente discute sus deberes de padrino con YoungHoon.

𝗘𝗟 𝗣𝗔𝗗𝗥𝗜𝗡𝗢 | 𝗝𝘂𝗝𝗮𝗲 (𝗧𝗕𝗭)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora