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—¿Por qué estás siempre despierto? —Es lo primero que JuYeon le dice cuando entra en sala a la medianoche del mismo día. Está vestido con pantalones holgados y un chaleco blanco, descalzo, porque al parecer escuchó a JaeHyun y no salió por la tarde, se quedó a cenar con ellos a ver televisión con ellos y se fue a la cama a una hora decente.

Pero al igual que JaeHyun, ir a dormir temprano se queda en solo buenas intenciones.

—Soy un ave nocturna —murmura—. ¿Cuál es tu excusa?

—Dedicarme a la industria del entretenimiento durante los últimos diez años —dice JuYeon con sequedad. Se sienta junto en el sofá, JaeHyun levanta los pies para hacer espacio para él. Pero sus dedos de los pies están fríos e inmediatamente los acomoda debajo del muslo de JuYeon.

—Lógico —dice JaeHyun, mientras que JuYeon se toma un momento para bajar la orilla de los pantalones de JaeHyun sobre sus tobillos, luego levanta el muslo un poco para meter los pies de JaeHyun aún más y protegerlos contra el frío.

— ¿A qué hora quieres salir mañana? —pregunta JuYeon.

—No sé. —Sopesa JaeHyun, mientras bosteza—. ¿A la diez? Podemos dejar el auto en la Estación de Seúl y luego tomar el metro.

—Buen plan, Batman.

Se sientan en silencio durante un minuto o dos. La mano de JuYeon todavía permanece envuelta alrededor de su tobillo, suave e inmóvil. JaeHyun se pregunta si el gesto es consciente o si es deliberado.

—Hay un restaurante al que me gustaría llevarte —dice JuYeon de pronto. Su tono indica que lo ha estado pensando por un rato.

—¿Qué?

—No puedo ir a Seúl a menudo —explica JuYeon, mirando a JaeHyun con mirada cálida—. Pero conozco un restaurante italiano que sirve la mejor carbonara que he probado. —Hace una pausa, y luego agrega—: Quiero ir allí mañana para cenar. Contigo.

Es una petición en lugar de una orden, y JaeHyun descubre que no hay nada en él que desee rechazarla. —Está bien.

—Bueno. Bien.

Un estremecimiento acelera en el pecho de JaeHyun, su estómago da un vuelco. JuYeon está mirando fijamente su boca de nuevo, y le toma un largo momento apartar la mirada.

—¿Dónde estamos hoy?

—Liverpool.

—Oh, Dios.

***

Es agitado suavemente, y despierta recuperando la conciencia lentamente, parpadeando en la penumbra y luego encuentra la cara de JuYeon quien se encuentra sentado en el borde de la cama, el chaleco blanco que lleva puesto expone sus músculos a la vista de JaeHyun, también el tatuaje en su bíceps.

Es demasiado temprano para encontrarse con esta imagen, JaeHyun arruga la cara y se frota los ojos con los dedos.

—Vamos —dice JuYeon en voz baja.

JaeHyun bosteza. —¿Qué...qué hora es?

Su cerebro está luchando para enfocar correctamente, ya que está enfocado en la forma en que se siente al despertar con JuYeon a su lado, mirándolo a la cara y a los ojos.

—Casi las nueve. Tienes que levantarte ya.

—Dios —dice resoplando—. ¿Dónde está YoungHoon?

—Salió temprano. Toma.

Y de repente hay una taza de café frente a él. Se sienta, sin darse cuenta la manta cae hacia abajo para mostrar su pecho desnudo, atrapa a JuYeon mirando.

𝗘𝗟 𝗣𝗔𝗗𝗥𝗜𝗡𝗢 | 𝗝𝘂𝗝𝗮𝗲 (𝗧𝗕𝗭)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora